La alegoría de la caverna de Platón es probablemente una de las metáforas más delicadas de la historia de la filosofía. En el siglo V antes de nuestra Era, Platón se adelantó al mundo de Matrix. Su alegoría de la Caverna es el ejemplo más claro de la existencia de una realidad paralela a la que nuestros sentidos difícilmente pueden llegar.
Platón presenta la imagen de unos hombres condenados a vivir en una caverna, atados de pies y manos. La única fuente de luz que poseen es el reflejo de un fuego que tras ellos proyecta extrañas sombras sobre las paredes. Todos sus sentidos están velados, distorsionados, y así, incapaces de conocer nada más que lo que se presenta ante ellos, atemorizados por los juegos de luces y sombras sin sentido aparente, pasan sus días.
Llegado cierto momento uno de los hombres allí atrapado, intrigado y movido por un impulso interior que le apremia a buscar más allá, consigue zafarse de sus cadenas y vencer el temor que le infunde su entorno, avanzando por la gruta hasta su salida. La luz del sol le ciega en un primer momento pero poco a poco sus ojos comienzan a adaptarse y empieza a disfrutar del espectáculo que se presenta ante él: un mundo luminoso, lleno de colores y matices. Quedarse allí resulta tentador, pero habiendo contemplado la realidad, siente la obligación moral de compartirla con sus compañeros, de modo que descenderá de nuevo a la caverna para salvarles de su esclavitud.
Pues así me siento yo estos días, embutido en una realidad paralela, y aprisionado por los tentáculos cavernarios, que intentan hacerme comulgar con una realidad muy distinta de la que es.
Una caverna que me habla de “dodotis” y de “canguelo” como único referente a casi tres años de excelencia culé. Una caverna que me quiera hacer ver que todo lo conseguido no es tal, y que la luz que ilumina la trayectoria azulgrana se está apagando. Y yo, me intentó zafar de esa visión, y miro y miro buscando la luz. Y así, repaso el vídeo del último “canguelo” azulgrana, y concentrándome en los últimos veinte minutos, no atisbo a ver los porqués de ese argumento. Ni una sola vez, ni una, puso el Madrid en la tan cacareada vuelta de la Copa a prueba al portero azulgrana, mientras que la portería blanca fue asediada por tres disparos que no acaban en gol de milagro. ¿O acaso hace falta recordar a esos cavernícolas, la táctica del entrenador merengue en el primer partido de esa semifinal? ¿Fue una táctica valiente? ¿Innovadora? ¿O fue una táctica instalada y pensada desde el miedo? ¿Miedo no es sinónimo de “canguelo”?
Una caverna que en sus tinieblas quiere hacerme ver que el equipo azulgrana está en crisis. Un equipo que en tres años y medio de competición ha dejado, excluyendo la Champions conquistada por el Inter, únicamente migajas por recoger a sus rivales. Si, migajas. Y es que la Copa del Rey, es, ha sido y será siempre el tercer torneo en el orden jerárquico de una temporada, por mucho que en la temporada pasada se le quisiera dar una importancia mayor. ¿O acaso no cambiaríamos los culés con los ojos cerrados los números en el palmarés de Ligas y Copas con nuestro rival?
Un equipo que en lo que llevamos de curso futbolístico ha conquistado ya tres trofeos, uno de ellos ante su máximo rival, y que sigue vivo en el resto de los que quedan por competir, eliminando y dejando sin opciones a ese mismo rival en uno de ellos, es un equipo que la palabra más lejana para definirle es crisis. Un equipo que se mantiene vivo, ilusionado, y que como todos puede perder. Faltaría más. ¿O acaso pretendemos también los culés vivir en un bucle infinito en el que las Ligas y Champions se repitan por doquier y sin oposición? ¿O acaso hay algún aficionado culé, que cambiaría el status actual del equipo por el de cualquier otro de nuestra Liga? ¿Y del continente europeo? ¿Y del concierto mundial? El Barça, y ese es el único dato objetivo válido, es el único equipo que opta todavía a la conquista de todos los títulos posibles. Nadie puede decir lo mismo.
Una caverna que a través del fuego que ilumina de forma oscura todos sus rincones, intenta hacerme ver que el discurso de Guardiola es impresentable, y que éste tiene un doble perfil. Aquí ya por repetitivo el tema resulta cansino, y es que como únicos argumentos en su contra, se presenta una palabrota en una rueda de prensa y una queja ante un fuera de juego. Sí, si…. Guardiola dijo “puto”.. uuuuiii!!!... que palabrota!!!!. Y sí, Guardiola se quejó una vez de un linier, diciendo que había estado muy fino en su acierto. ¿Hace falta ahora enumerar aquí las contrapartidas de su oponente? ¿Hace falta, hacer ver la luz a todos aquellos que viven en la oscuridad? ¿O acaso ya nadie recuerda la lista de los trece errores, la polémica con Preciado, con Cani del Villarreal, el dedo en el ojo, el episodio en el parking, la rueda de prensa del porqué?
Una caverna que entre tinieblas me quiere hacer ver que Messi es un jugador polémico y piscinero. Y que rescata imágenes en una larga trayectoria de ya siete años en primera división para mostrar todas sus acciones de “chico malo”. Que si un balonazo, que si un escupitajo, que si un intento de engaño en Anoeta, uno!!!!!. Un jugador para el que se ha abierto el periodo de veda en la Liga, y que recibe más patadas que el resto de los integrantes del equipo. Un jugador que hace del regate, la conducción vertiginosa y las asistencias inverosímiles su tarjeta de presentación. Un jugador que apenas levanta la voz ante acciones casi salvajes, y del que todavía no se entiende que se mantenga intacto y con su estructura ósea al completo. Un jugador, eso sí, que esta semana se ha atrevido a llamar “soberbio” a un árbitro en el insulto más grande que se recuerda en la historia de este deporte.
Como decía Platón, el periplo de este “cavernícola” hacia la contemplación de la verdadera realidad es aquel al que tratamos aproximarnos todos en nuestra búsqueda del conocimiento. Debemos, como aquel hombre, salir de la caverna, superar las meras percepciones, liberándonos de sus cadenas para así escapar de las sombras.
Compartir
Tweet
Segui @jcarrasquet
Si te ha interesado este artículo, quizas quieras leer estos: