La maldición del nueve

Desde que Guardiola está en el banquillo cada uno de los portadores de este mítico número han abandonado el equipo. Será capaz Aléxis de romper con esta maldición?

Cesc Fábregas. Punto Final?

Después de tres años con noticias repetitivas sobre su contratación, parece que al final este año se dan las condiciones para su vuelta

La profecía de Van Gaal

Hace un tiempo, Van Gaal, hizo una profecía, queréis saber cual es?

Mourinho, una táctica diferente

Mourinho se caracteriza por explotar al máximo el entorno que rodea la disputa de un partdo.

Cruyff, dos inicios. Una historia.

La llegada de Cruyff al Barcelona supuso una revolución, tanto en su etapa como jugador, como en la de entrenador.

miércoles, 27 de junio de 2012

¿Tener o ser?


Erich Fromm es un famoso sociólogo alemán que con un estilo simple y directo analiza las patologías producidas por la obsesión de tener, y propone priorizar una orientación al ser. 
 
Tener o ser son dos disposiciones que engloban cada una de las circunstancias que rodean a un ser humano, y si bien es cierto, que nadie está totalmente entregado a uno de estos polos, sí que en cada individuo puede identificarse cierta predilección por cada uno de ellos, así como una clara orientación general del global de la sociedad hacia el lado del tener. En general la valoración de lo que tenemos, adquiere más importancia de lo que realmente somos..
 
Estos dos modos, tener o ser, traspasan todas las esferas de la vida en sociedad, no reduciéndose a la problemática de la propiedad privada: el aprendizaje, la memoria, la conversación, la lectura, el ejercicio de la autoridad, la fe, el amor, son todas esferas en las cuales una persona puede orientarse por tener o por ser. No todo se reduce a tener objetos, a tener posesiones; se pueden tener hijos u optar por ser padres, se pueden tener amigos (miles de ellos en facebook) u optar por ser cómplice de unos pocos, se puede tener un título de nobleza, o por el contrario ser noble.
 
Cómo veis esa disyuntiva esta presente en todos los ámbitos de la sociedad, y el deporte no escapa a ello. Ahora, en plena disputa de la Eurocopa,  asisto con incredulidad al debate continúo generado por el juego de la selección española y la táctica de su entrenador.
 
España, es una selección que se ha caracterizado, al menos desde que yo tengo uso de razón, por la obsesión de TENER grandes títulos. El objetivo era conseguir algo que la hiciera referente, y que aupará al deporte rey a la más altas cotas, consiguiendo el reconocimiento de todos. Un título europeo en blanco y negro era un bagaje demasiado pobre para sacarle brillo a un palmarés.
 
En ese camino en busca de la gloria, que yo recuerde, las gestas no han sido muchas. En mi memoria está una hipnótica goleada a Malta, que ante lo insólito del hecho congregó a familias enteras ante el televisor mientras José Ángel de la Casa se desgarraba la voz cantando cada uno de los goles. O una Eurocopa con Arconada, para mi el mejor portero nunca visto, héroe y villano a la vez, que permitió ver por primera vez a mi generación, a la ahora llamada Roja en una final. O una remontada épica en dos minutos ante Yugoslavia en el Mundial de Corea, que nos ofreció la imagen de dos figuras totalmente contrapuestas en todos los sentidos, como Camacho y Guardiola abrazados en éxtasis ante lo inesperado del hecho. 
 
El resto, si mi memoria no me falla, desilusiones, eliminaciones prematuras, y el paso infranqueable de los cuartos de final. Y así, año a año, lustro a lustro, decenio a decenio la inquietud por TENER aumentaba, y la ansiedad de los combinados que se presentaban a los grandes eventos hacía que su nivel de competitividad bajara con respecto a las prestaciones habituales de los jugadores en sus equipos de origen. No había un patrón definido, no había un estilo de juega, no había una filosofía establecida. No ERAN un equipo.
 
Con la llegada de la Eurocopa del 2008, y después de desterrar por fin la “furia” como el elemento principal de identificación, se empezó a gestar una forma de interpretar el juego. Forma que poco a poco fue haciéndose petrea, y que acabó adoptando, como los buenos vinos, una denominación de origen: el ”tiki-taka”.
 
Con ese estilo, el actual seleccionador, Del Bosque, ha llevado al equipo español a cotas que muchos pensaban que ya no verían. Y a parte de la victoria en el pasado Mundial de Sudáfrica 2010, si la memoria no me falla, creo recordar que únicamente tiene dos derrotas en su palmarés. Un equipo con un sello propio, y que lo identifica en el campo. Todas las selecciones saben lo que ES este equipo.
 
Pero ahora, en un giro incomprensible, parece que no es suficiente con SER. Parece que, al igual que en otros ámbitos se ansía más el TENER. No gusta lo que se ES, y el único objetivo es volver a hacerse con el título en juego y así TENER una Copa más que haga a esta selección única, al ser la primera que encadena dos Europeos y un Mundial. Anda algo disgustado el seleccionador con todo este debate, y creo que no le falta razón.
 
Fromm pronosticaba que el ansía del TENER era la verdadera causa  de la crisis de la sociedad occidental, sus malestares y el posible camino que terminará con la vida humana en este planeta. Puede que ese sea el camino que han elegido algunos para su selección.


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lunes, 25 de junio de 2012

A vueltas con la posesión.


Si tú tienes el balón, el rival no lo tieneEsta frase tan obvia es el paradigma principal que resume el fútbol según Cruyff. El holandés hizo de ella su lema y la llevó hasta sus últimas consecuencias. Tan simple como se ve a simple vista, va más allá de lo que parece. Lleno está el fútbol de frases tópicas que analizan en un solo predicado el fin de una táctica. “La mejor defensa es un buen ataque”, “Marcar un gol más que el contrario” son ejemplos de ellas. Con esta simple aseveración la filosofía de Cruyff dice que si un equipo tiene el balón, como sólo hay uno, no recibirás ocasiones ni goles en contra, ya que el contrario se encuentra sin posibilidades de ello. La mejor defensa es tener el balón, y el mejor ataque también. El balón es el centro de todo, y el que rige los movimientos del equipo.
 
Muchos son los técnicos que basan su concepción del partido en función del rival. Lo estudian, lo analizan hasta sus últimas consecuencias e intentan preveer cuales serán sus movimientos. En función de todos esos gráficos, informes, variables, y condicionantes elaboran una estrategia de juego. Con Cruyff, y sus posteriores herederos, todo parece mucho más simple. Yo tengo la pelota, la muevo, la vuelvo a mover y genero situaciones de superioridad en una zona del campo, que me permita así llegar en pases cortos y triangulaciones a la portería contraria. Toque, toque y toque hasta aburrir al rival.
 
Y para que este tipo de juego sea efectivo necesita un ingrediente fundamental. La velocidad en la circulación del balón. Piernas frescas y mente ágil son los fundamentos básicos en la ejecución de los pases. “Si tocas una vez, juegas muy bien. Si tocas dos, bien. Si tocas tres, malera otro de los axiomas que Johan incorporaba a su particular decálogo futbolístico. 
 
El dominio azulgrana en estos últimos cuatro años, ha hecho que muchos equipos hayan volcado sus miradas hacia ese tipo de juego, que encandilando a Europa ha generado escuela. Y así, las cuatro selecciones semifinalistas en esta edición de la Eurocopa se han postulado de forma clara a favor de esta táctica. Alemania, con una generación de jugadores técnicos y jóvenes demostró ante Grecia como romper una cerrada defensa. Italía, ante el arquetipo de juego totalmente inverso presentado por los ingleses, demostró que a pesar del empate si alguien estuvo cerca de la victoria fueron ellos. Portugal, es un híbrido que mezcla velocidad en la transición, con la ya histórica pausa del juego luso. Y España, que comandada por los centrocampistas azulgrana no sabe jugar de forma diferente a la que presenta.

Y es precisamente, esta última selección la que despierta más debates en cuanto a su forma de juego. Parece contradictorio que sea precisamente la selección  compuesta por mayor número de jugadores del F.C. Barcelona, a la que se le discuta esta manera de afrontar la competición. Epítetos como “aburrido”, “anodino”, “previsible” y “lento” se pueden leer estos días en muchos de los diarios de la prensa deportiva y en muchos de los debates que genera un evento de estas características.

Y es que muchos parecen haber olvidado otro de los principales paradigmas de este deporte El fútbol es un juego al que se juega con el cerebro”. Y el cerebro dice que la mayoría de los integrantes del once español han llegado a esta competición con miles de minutos en sus piernas. Han llegado a junio habiendo disputado todos los títulos de la temporada y con una sobrecarga emocional y física importante. Han llegado al límite, y faltos de frescura, hacen del “saber hacer” y de la competitividad sus mejores argumentos. 
 
Del Bosque, consciente de ello, ha optado por tener el balón. Sin más. No aspira a un movimiento rápido del mismo. No pretende llegar de forma rápida al área contraria. No desea un ritmo vertiginoso. Posición y posesión se conjugan y en un campo de treinta metros de largo disputa su partido. Sin prisas, lento. Sabe que sus jugadores no están para grandes despliegues. Y se aferra a la inmensa táctica de éstos, con el objetivo de dejar pasar la mayoría de los minutos en una especie de descanso activo, que permita disputar veinte o treinta minutos de riesgo en los que espera decidir sus partidos. Y así, a minutos de alto ritmo, pocos, le suceden minutos de tedio y pausa, que además de aburrir al contrario, aburren al espectador.
 
Y en las ganas de menospreciar un modelo triunfador que identifica los éxitos de este equipo con la filosofía azulgrana, el debate se torna agrio en torno a este juego de posesión, que si que es cierto, no brilla como en el modelo original. Será curioso leer y escuchar las crónicas después del próximo partido, donde el clásico de la Liga BBVA se traslada a Kiev.


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martes, 19 de junio de 2012

Ignorancia y fanatismo.


Hace pocos días leía una noticia impactante a la vez reveladora de nuestro tiempo, ya que combina ignorancia y fanatismo, que dan lugar a ira y rabia, todos ellos elementos muy presentes en la sociedad de hoy en día. El hecho sucedió en un Hospital Lok Nayak Jai Prakash de Nueva Delhi, donde un grupo de 6 médicos fue atacado por 25 personas mientras intentaban salvar la vida de una chica de 16 años.

Puede parecer increíble, pero el hecho de que estos médicos procedieran con el R.C.P.(Reanimación cardiopulmonar) y con la respiración boca a boca con la chica que había sufrido el arresto cardíaco, fue interpretada por familiares y amigos allí presentes como un mal comportamiento con la paciente y un intento de aprovecharse de ella al quitarle la ropa para proceder con el masaje cardíaco. La cosa empeoró cuando los médicos no consiguieron salvar a la chica, ya que esas mismas 25 personas los acusaron de haberla matado y ni siquiera los guardias allí presentes lograron contener la ira y la rabia contra los médicos, teniendo que llamar refuerzos para contener los ataques de vandalismo y agresión contra los doctores.

La ignorancia y la falta de criterio son directamente proporcionales al grado de fanatismo. Y así desde posiciones limítrofes es cuando observamos enjuiciamientos que poco o nada tienen que ver con la realidad. Me sirve este ejemplo que nada tiene que ver con el deporte rey para enjuiciar las reacciones que leo hoy en la prensa, sobre todo madrileña, una vez finalizada la primera fase de la Eurocopa.

El fútbol como tal, tiene asociado como elemento principal la pasión, y ésta desbocada y sin control lleva a la falta de raciocinio y a la defensa de posturas sin sentido. Y lo más preocupante es que este hecho,  lejos de producirse únicamente en los más altos niveles de profesionalización,  ocurre de la misma forma en el fútbol de cualquier nivel. Allí donde se disputa un partido, allí donde se juntan veintidós jugadores se crea un ambiente propicio para el desahogo. Poco importa si los jugadores tienen cinco, doce, veinte o treinta años. Nada tiene que ver si el fútbol es una actividad profesional o lúdica. Poco importa si el deporte se practica en etapas de formación o en niveles de mayor responsabilidad.

No hay nada más dañino para el análisis de los hechos que hacerlos desde una posición prefijada y un desconocimiento de los hechos. En mis años de experiencia como entrenador de fútbol base he podido constatar de qué forma se viven los partidos, y la visión que cada progenitor tiene del mismo. Un hecho marca fundamentalmente el éxito o el fracaso de un planteamiento, de una estrategia, de una concepción del juego; la presencia del hijo en la alineación, el protagonismo del nieto en el partido o la visibilidad del sobrino en la preparación de la estrategia. Y a partir de ahí, y sin tener en cuenta la globalidad de un conjunto, cada una analiza el juego desde una perspectiva individual.

Y así, con veinte individualidades en el campo, el entrenador que únicamente ve el conjunto es su globalidad se encuentra en la posición de ser siempre discutido. Discutido por el planteamiento, discutido por la alineación y discutido por la estrategia.

Del Boque hoy me recuerda a cualquier entrenador rodeado de una veintena de padres pidiendo explicaciones. Explicaciones de porque juega este o aquel. Explicaciones por el cupo de jugadores de tal o cual equipo. Explicaciones por la estrategia y el planteamiento. Explicaciones de porque juega con nueve. O porqué lo hace sin él. Explicaciones de los porques de acumulaciones de hombres en el centro. Explicaciones del porque del juego pausado. Pobre Del Bosque, no sabe la que le está tocando lidiar.

Y así al final de cada partido se encuentra rodeado por los “papas” de cada uno de sus jugadores. Después del empate con Italia, estaban aquellos que intentando eliminar cualquier influencia azulgrana abogaban como responsable del empate ante toda una tetra campeona mundial, la no presencia de un nueve puro, y no pararon en su acoso al “mister” hasta conseguir el objetivo de eliminar a ese “niño” que molestaba. Niño, llamado Cesc, que hasta la fecha lleva marcados dos goles, y fue el autor de la asistencia definitiva en el último agónico partido de clasificación.

Papas” que lo idolatraron después de que el Marqués recapacitará e incluyera un nuevo “niño” en el once titular. Ya jugábamos con el soñado nueve. Y el equipo lo note. Y cómo!!!. Claro, que en ese análisis nada tiene que ver el paupérrimo nivel de un rival que apenas podía hacer sombra a cualquier de los integrantes, no ya del once titular presentado, sino de cualquier once presentado en uno de los muchos equipos que componen la Liga BBVA y Adelante.

Y “papas”, que nuevamente vuelven al ataque, y que parecen descontentos por una victoria al límite. Y ya no basta con que su “niño” haya vuelto a jugar. Ahora hay que jugar más rápido, más directo, más profundo… Cómo lo hace ese entrenador del equipo de al lado. Poco tiene que ver que el equipo haya sido pensado y configurado para jugar de una determinada forma. Nada tiene que ver que es el tercer partido en apenas diez días con unos jugadores que llegan al límite de sus fuerzas, después de una temporada en la que han jugado todos los partidos posibles. Nada tiene que ver que la concepción del equipo pase por una columna vertebral en la que sus “hijos” tienen un papel secundario. Esos “papas” quieren ver jugar a sus niños, y además quieren que tengan un papel protagonista.

Y así desde esas posiciones fanáticas, que no entienden del significado del bien común, y que sólo miran por su interés individual, puede que se consiga que al igual que le ocurrió a esa niña en la India, la presión en la ejecución de un trabajo haga que éste se vaya al garete, y se certifique así el final de un ciclo de victorias. Entonces, llegará el linchamiento. ¿Apostáis conmigo quien será el objetivo?


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lunes, 18 de junio de 2012

El verdadero cambio de ciclo.


No hay nada como el contraste generacional para poder  establecer parámetros y criterios que permitan definir cambios de tendencias. Si nos ponemos a pensar y entablamos conversaciones con nuestros progenitores veremos de forma clara que nuestra vida, forma de actuar y pensar, gustos musicales, moda, tecnología, economía, hábitos nutricionales, deportivos, higiénicos..  no tienen nada que ver con los que ellos vivieron.

Si a la vez damos ese mismo paso, y los interlocutores son nuestros hijos, los cambios también se radicalizan, y vemos que la “modernidad” de nuestro pensamiento, versus los conceptos adquiridos por nuestros progenitores, empieza a entrar en decadencia cuando se ponen bajo la visión de la nueva generación que crece. En esta visión amplia de los hechos es como se puede analizar, y extraer conclusiones definitivas sobre los procesos de cambio.

Y el deporte como una actividad más de nuestras vidas no nos es ajeno a estos cambios de tendencias. Y es que la idea de escribir este artículo me vino ayer a la cabeza cuando volviendo de un torneo de infantiles del equipo que dirijo, mi hijo que ejerce de ayudante y segundo entrenador, ya en el camino de vuelta, mientras yo conducía, se entretenía leyendo sobre la victoria del Barça en la Liga Endesa y la forma casi agónica en la que se consiguió un nuevo título azulgrana. Y como suele ser habitual en estos casos, acompañando a la crónica y opiniones del partido, venía un cuadro con el palmarés de la competición.

La reacción fue espontánea: “Ostia: Si el Madrid antes era el puto amo”.

Pues sí, lo era. Pero eso era antes. En un ciclo anterior. En un ciclo muy largo en el que sólo quedaban para el resto las migajas. En los que el blanco predominaba. Y lo hacía en el los pabellones, lo hacía en el césped, en la televisión, en las noticias, y hasta en cualquier película de la época. El Real Madrid siempre estaba presente.

Pero lo que antes era un dominio casi dictatorial, ahora con el paso de los años se ha ido democratizando, y el reparto del pastel del éxito ha ido variando. Sólo hace falta pararse y mirar las estadísticas de los últimos veinte años, para poder ver que el verdadero cambio de ciclo es aquel que dice que en ese tiempo la hegemonía ha cambiado, y que todo aquello que antes lucía blanco ahora lo hace de forma multicolor, con el dominio de dos colores: el azul y el grana.

Y parece que este cambio cuesta asumir en según que sectores, que reclaman con urgencia que nuevamente se vuelva al la monocromía del blanco. Parece que continuamente anden en busca de la gloria perdida y añorando el resplandor de su particular “Edad de Oro”. Y así, después de cuatro años de dominio azulgrana en fútbol, de una década que dice que el baloncesto del Palau se ha hecho con más del cincuenta por ciento de los títulos en juego, de un quinquenio en los que el deporte en azulgrana luce en casi todas las modalidades predominantes, cualquier éxito blanco sirve de excusa para enarbolar la bandera del “fin de ciclo”.

Y por ahí andan todos reclamando ese éxito que de momento les es negado. Lo hace Mourinho, que reclama la hegemonía de su equipo al haber conseguido destronar al Barcelona en la última edición liguera. Lo reclama Ronaldo, que obsesionado con el Balón de Oro, no hace más que echarse flores buscando votos cual político en campaña. Y lo reclama la prensa, que ante el aluvión de parabienes recibidos por los catalanes estos últimos años intentan desmerecer todo lo conseguido con argumentos en muchas ocasiones de dudoso gusto.

Pero por mucho que hablen, digan, polemicen, blasfemen o argumenten, los números, que no las sensaciones, son terroríficos a favor de los azulgrana. Y es que en la comparativa entre mi generación (la del 65), y la de mi hijo (la del 94), no hay color. Y lo que antes, para nosotros era excepcional, ahora para las nuevas generaciones se ha convertido en habitual. Un título menor, una Liga o, incluso una Champions se ven como un hecho natural. La conquista de la ACB, o la presencia en la Final Four son casi una obligación. Y ya no hablemos de aquellas disciplinas menores que siguen en estado de esplendor, y que antes eran las encargadas de dar brillo al palmarés azulgrana. Si incluso el fútbol sala azulgrana ha pasado a dominar Europa!!

Veremos que sucede en estas próximas décadas y si la tendencia se acentúa y el Barça consigue dar la vuelta a la tortilla. El partido es largo, y el marcador de triunfos que en el siglo pasado parecía una victoria por goleada a favor de los blancos,  parece que paso a paso va recortando las distancias a favor de los azulgranas.


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miércoles, 13 de junio de 2012

Dejar huella.


Sinceramente, cuando empecé a ver jugar al Barça ya hace cuatro largos años, en la pretemporada que por aquel entonces se realizaba en Escocia, ya intuía algo diferente. No sabría explicar muy bien que era. Era el dinamismo del juego, el cambio constante de posición, la presión infinita, y una ansiedad por estar cerca del la portería contraría.

Lo comentaba entre mis amigos, y la mayoría, con buen criterio, me hablaban de una conclusión prematura, de unos rivales endebles y de una posible puesta a punto antes de lo debido. Las ganas de agradar a un nuevo técnico, Josep Guardiola pudiera ser la causa de aquel exceso de revoluciones que yo apreciaba en el campo. Me daba la sensación que desde el minuto uno, el equipo jugara como si de los últimos diez minutos de partido se tratara y tuviera la imperiosa necesidad de marcar.

Todavía guardo una entrevista a Xavi y Puyol, que recién conquistada la Eurocopa del 2008 se incorporaron de forma tardía a aquel equipo. Comentaba Xavi, que lo primero que apreció en los entrenamientos sólo llegar a la concentración, fue un grado de intensidad superior a lo vivido. Y Puyol corroboraba esas palabras asintiendo y percibiendo un no sé que en el ambiente. Algo diferente se estaba gestando. Y lo que no sabíamos, es que esa diferencia, cambiaría la forma de ver el fútbol, al menos para el que escribe estas líneas.

Nunca imaginé que se pudiera jugar así a este deporte. Y una vez vista esta manera de jugar, he de reconocer que ese otro fútbol, el que había visto hasta entonces, y el que observo fuera de la escuela azulgrana, me aburre. Es como cuando vemos un partido de los años setenta. ¿Alguién se ha sentado a ver alguna vez la final del Mundial del 74?. Aquel Alemanía - Holanda era lo máximo en aquella época. Jugaban Cruyff, Bekenbauer, Muller, Neskeens, Rep… Era la naranja mecánica!! La máxima expresión de juego de conjunto. Y ahora, te pones el video y…. casi te cuesta reconocer que ese deporte sea el actual.

Y es que la evolución en el deporte es una constante, y en todos los ámbitos. Hace cuatro días, mi hijo, portero de “profesión” y  tenista de vocación, me preguntaba por el mejor partido de la historia del tenis. Yo le hablaba de un Borg-McEnroe en Wimbledon, y él me disputaba la hegemonía con un Nadal-Federer en la misma pista central del London England Club. Nos pusimos manos a la obra y bajamos de Internet la susodicha final. Ahí estaba McEnroe con su cinta, sus rizos. Ahí estaba Borg con su melena y esa sensación de sobrado. Y esas raquetas, que sólo verlas casi hacen que mi hijo se descoyuntara de la risa. Y se ponían a jugar…. ¿Y qué era aquello?.. Pero.., si iban a dos por hora!!.. Saque volea, saque volea… y apenas tres toques de raqueta. Dos juegos aguantamos aquel tostón que yo recordaba como el mejor partido nunca visto. ¿Pero cómo podías ver esto? se cachondeaba Marc.

Pues esa misma sensación me produce a mí ver cualquier otro partido que no sea uno disputado por los azulgrana. Puede que me llamen la atención veinte, o al sumo treinta minutos. Puede que mis sentidos capten cuatro jugadas relevantes, dos combinaciones, un control o cuatro paredes. Pero encuentro a faltar ese constante ir y venir de jugadores en continuo movimiento. Ese ballet alrededor de la pelota. El giro de Xavi, los controles de Iniesta, la pausa de Busquets, la salida de Piqué, y la magia indescifrable de Messi.

Estos días de Eurocopa, he seguido algunos de los partidos y realmente exceptuando chispazos puntuales y algún que otro arreón final poca cosa puedo destacar. Ayer un golazo de Chequia, o un control de Arshavin. Una cantada de Cesch, que el tío bien la podría haber tenido hace un mes, no?. La presencia de Ibra en la delantera sueca, o las formas del nueve polaco: Levandosky. Pero poco más.

He visto jugar a España, pero tampoco es lo mismo. Le falta fluidez, algo más de precisión y algunas piezas por encajar. Y le falta, Messi. claro. Todavía alucinó con el tercer gol que le marcó a Brasil en el amistoso de este fin de semana. Vaya forma de acabar la temporada!!!

Ahora que ha finalizado el ciclo estamos viviendo los últimos coletazos de la era Pep, y estamos asistiendo a los flecos de su despedida. Un no sé que de nostalgia nos invade a todos los culés, que internamente pensamos que estos cuatro años han supuesto el punto álgido de nuestra historia, y que probablemente será imposible volver a ver de forma tan repetida y constante esa sardana triunfal en el centro del campo.


Decía Xavi el otro día, en esa entrevista que de forma pausada va aflorando, y que saca a relucir cada día una frase para la polémica, que Mourinho no pasaría a la historia del fútbol, ya que nada había aportado. No entraré a valorar esas palabras, porqué no he visto la entrevista completa ni el contexto en el que se dijo esa frase. Pero si que diré, que en una comparativa, y pasados los años, puede que los palmarés y números de ambos técnicos estén igualados, pero dudo mucho, que la huella dejada por Pep en cuanto a definición, concepción y evolución de este deporte quede tapada por la del técnico portugués. Pero para eso, tendremos que esperar unos años. Puede que entonces nos bajemos un vídeo del Pep Team de Internet y alguno de mis nietos se parta de risa viendo la forma de entender el fútbol actual. Yo casi lo hago ahora viendo jugar al resto.


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martes, 12 de junio de 2012

Me gustaría ser como….


Ya hace una década, en el año 2002 concretamente, se estrenó en los cines un film con el fútbol como argumento principal. La historia narraba de Jesminder, una chica de 18 años que vive con su familia hindú en Londres. Sus padres quieren que sea educada para ser la perfecta esposa india, pero ella no tiene tiempo para pensar en estas cosas porque lo que le gusta es jugar al fútbol. Y sólo tiene un objetivo… quiere ser como Beckham.

Y no me digáis que todos los que somos futboleros, y no hemos logrado jugar partidos al más alto nivel, no nos hemos puesto en ocasiones a soñar con los ojos abiertos, y nos hemos imaginado enfundados en la elástica de nuestro equipo imaginándonos ser cualquiera de sus jugadores punteros.

Yo mismo, en más de una ocasión me he imaginado en el túnel de vestuarios del Camp Nou, ante la escalera que da acceso al campo. Allí formado, rodeado de los otros diez integrantes del equipo. Escuchando los gritos de ánimo, las palmadas en la espalda., el ruido de los tacos en el suelo en ese taconeo típico antes de saltar al campo.., y esperando oír sonar por megafonía los primeros acordes del himno culé….”Tot el camp, és un clam, som la gent blaugrana….

Y saltar al campo, oír el rugido de la afición, el mosaico de turno formado, y formar en línea esperando el final de ese estribillo que cada vez que voy al campo todavía me pone la piel de gallina…”Barça, Barça, Baaaaaaaaaarça

Y yo hablo del F.C. Barcelona, como cualquier otro podría hacerlo del equipo de su ciudad, de su pueblo o de aquel por el que siente predilección. Seguro que todos nos hemos imaginado ser éste o aquel jugador. Un jugador que en un momento puntual ha realizado una jugada clave, que ha puesto el campo en pié, y que ha dado unos de los momentos de gloria al equipo.

Yo en mi niñez, por ejemplo hubiera deseado ser Neskeens. Me entusiasmaba el despliegue físico en el centro del campo. Me encantaba la imagen con las tobilleras blancas. Y me fascinaba esa forma de tirar los penaltys. Rompiendo el balón y por el centro.

Ya pasados los años mis predilecciones cambiaron y me hubiera puesto en la piel de Lobo Carrasco. Me imaginaba aquella jugada en Basilea, en la que sorteando a defensas dejo sólo al mítico Hansi Krankl, y selló nuestra primera Recopa.

O hubiera pagado por ser Rivaldo, el día aquel que celebramos un cuarto lugar en la Liga. Qué tiempos!!!. Ese día en el que de espaldas a portería, paro la pelota con el pecho y la elevo por encima de su cabeza, para ejecutar una de las chilenas más espectaculares que recuerdo y fulminar a Cañizares, quitando así al Valencia en el último minuto su lugar en la próxima edición de la Champions!!!. Vaya subidón en el estadio. ¿Qué se debe sentir en un momento así?

O ser Puyol, el día que Figo regresó al Camp Nou con la camiseta blanca del Real Madrid. Creo que aquel día todos los presentes en el estadio hubiéramos vendido un trocito de nuestro ser para ser el ahora capitán azulgrana. Poder tener cerca al portugués, intimidarlo, decirle cuatro cositas de las que se suelen decir en el campo, perseguirlo, acorralarlo, y porqué no, dejarle algún que otro recadito de esos que suelen dejar los defensas.

O el Laudrup del Dream Team. Elegante, fino. Siempre con la cabeza alta. Dibujando pases nunca vistos. Dejando a Txiqui, a Hristo o a Salinas solos en un mano a mano ante el portero rival.

Y que decir de Romario. Un poco vago, incluso en ocasiones indolente. Pero con una capacidad de definición estratosférica. Parecía que aquello no iba con él Sólo se activaba en pequeñas fases del partido. No me he imaginado yo veces haciéndolo aquel regate a Alkorta que supuso el inició de una de las manitas históricas en el Estadi.

¿Y ahora? ¿Quién me gustaría ser ahora? ¿Tal vez Messi? ¿Iniesta? ¿Piqué? No, todos tienen su jerarquía, y puede que estemos hablando de los mejores jugadores en su puesto. No, a mi me gustaría ser Xavi. Siempre presente, en constante posesión del balón. Es el ritmo del equipo. Ahora lento, ahora rápido. Ahora profundo. Ahora lateral. Es la jerarquía, el dominio, la habilidad. Y todo lo hace fácil. Lo tengo claro, ser Xavi debe ser la leche.

¿Y a vosotros quien os gustaría ser?


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miércoles, 6 de junio de 2012

Buscando el público objetivo

Esta es una de las afirmaciones más repetidas sobre la publicidad, y se utiliza cuando en el momento de generar una campaña o lanzamiento de un producto se quiere llegar al máximo posible de público.

La selección del público que se quiere alcanzar es la decisión más importante a la hora de crear una acción publicitaria. Supone elegir al público objetivo o target, conjunto de personas con ciertas características en común al que esa acción se dirige. Por lo tanto, anunciantes y publicitarios, tienen como reto descubrir y profundizar en los datos, preferencias y sentimientos de sus públicos objetivo. Toda la actividad de marketing debe estar volcada en crear  mensajes que se ajusten a las necesidades, las motivaciones y los hábitos de consumo.

Y en ese reto se encuentra actualmente cierto tipo de prensa deportiva actual. En buscar el mensaje que llegue al mayor número de personas posibles. En buscar el titular que sin profundizar capte la atención del mayor número de oyentes. En buscar, en definitiva, generar el ruido necesario que provoque que el mensaje dado sea el primero, el número uno. Por eso, el objetivo principal de los medios es estar siempre atentos a los cambios en sus necesidades y a la aparición de nuevas tendencias de consumo para no quedarse sin capacidad de respuesta.

Lejos quedan aquellos tiempos en los que la credibilidad de los mensajes era lo que importaba. En los que contrastar el rumor y la posible noticia era el primero de los pasos a dar antes de su publicación. Ahora en unta tendencia peligrosa, el primer paso es publicar la noticia. Y el siguiente, el intentar desmentirla por los posibles afectados de sus consecuencias.

Nos quejamos en ocasiones, y parece que somos muchos, de esta tendencia en mucha de la prensa deportiva actual. Estamos hasta las narices de ver como programas de dudoso gusto emiten mensajes fraudulentos y llenos de mal gusto. Abogamos, la mayoría,  por un periodismo algo más serio y consecuente. Pero, ¿de verdad que son mayoría los que desean este tipo de prensa? ¿No será que el verdadero público objetivo, el que de verdad consume esos mensajes que tantos nos disgustan, es el que de verdad ostenta mayoría absoluta en la lectura?

Los índices de audiencia no engañan. Vemos como la televisión se llena de programas basura, que hacen ruborizar en ocasiones al teleespectador. Programas que basan sus mensajes en la constante disputa y falta de educación. Programas que nada ofrecen más allá del chismorreo y la rumorología. Y dichos programas llevan años en pantalla. Y no hace falta recordar, que en un medio tan competitivo como es la televisión, nadie permanece en antena sin una audiencia que le respalde. Por lo tanto, y en una aseveración que no por muy repetida deja de ser verdadera, se puede afirmar, que tenemos exactamente los medios que nos merecemos. Éstos no hacen más que ofrecer, aquellos mensajes que saben que van a llegar al máximo número de personas.

Sin ir más lejos, ayer publiqué en este medio una noticia falsa, que tenía que ver con el regreso de Guardiola al banquillo azulgrana. ¿Cúal fue el resultado? Ante mi sorpresa, la noticia se ha convertido en líder de audiencia allí donde se ha publicado. Me están entrando tentaciones de inventarme un titular diario para fortalecer mi ego ante tanta visita. No lo haré, pero…., ¿qué ocurriría si mis ingresos económicos dependieran de mis visitas? ¿Qué pasaría si tuviera anunciantes que me patrocinaran y me exigieran un determinado tráfico en mi blog?.. ¿Cuál sería mi reacción si tuviera que entrar en competencia con los miles de sitios en Internet que ofrecen mensajes y productos parecidos al que yo ofrezco?

Se me hace difícil contestar a este punto. Y más después de un día como ayer, en el que la noticia más vista en casi todos los medios deportivos fue, agarraos fuerte, el corte de pelo de Sergio Ramos!!!!!... Si ese es el criterio, si ese es el mensaje más consumido, se entiende a la perfección hacia donde se dirige la prensa deportiva actual. Para que hablar de tácticas, para que hablar de sistemas, de características del juego de este o aquel. Para que perder el tiempo investigando, contrastando, analizando, desmenuzando. Para que cuidar los textos, las expresiones, la sintaxis o las formas. Total, si el nuevo “pelo en puncha” del defensa andaluz copa el primer lugar en la audiencia, vamos a intentar dar mensajes parecidos, y a ver si convencemos a Piqué de que se haga unas mechitas, o a Casillas unas rastas.

En segundo lugar en el ranking tuvimos las declaraciones de Xavi, que sacadas de contexto, y en contestación a una pregunta, lanzo el sacrílego mensaje de que el Real Madrid no sabe perder. Y que el Barça sí, claro. Y ya tenemos el caldo de cultivo perfecto para tener tropecientos mil comentarios hablando de lo humano y lo divino, de los catalanes y la madre que los parió, de los madrileños y su falta de humildad, de Mou y su ojo, de Guardiola y su colonia, de l’Estatut de Catalunya, de la crisis mundial, y de Bankia.  Todo eso provocó el titular de la noticia.

En un mundo digital, que vive a expensas de las visitas y el tráfico, y donde la publicidad manda, el máximo criterio para captar anunciantes son las visitas. Ni más ni menos. A más visitas, más anunciantes y a su vez, más ingresos. ¿Y qué mejor manera de generar visitas, que una confrontación? Y en eso estamos, en la continua confrontación.

Y ahora, parémonos a pensar...¿Vemos esos programas?.. ¿Consumimos esos mensajes?...¿Nos puede el morbo de escuchar lo que dicen?.. ¿Nos atrae ese tipo de programas?... A bote pronto muchos diríamos que no, pero.. ¿seguro?..


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martes, 5 de junio de 2012

Guardiola regresa al Barça.


A día de ayer una de mis fuentes, la cual como bien sabréis me es imposible revelar, me informó, que en un viaje relámpago de Montenegro a Barcelona, Pep Guardiola se reunió con Sandro Rosell, Zubizarreta y Tito Vilanova para tratar el tema de su renovación por el conjunto azulgrana.

Días después de haber abogado por su no continuidad, y en vistas al revuelo suscitado, Pep se ha dado cuenta en esta breve semana de descanso estival, que la desconexión del inmenso ruido que produce el fútbol es casi imposible. Perseguido por fotógrafos y televisiones en cualquiera de sus actividades se ha percatado de que no podrá “desaparecer” como es su deseo. Y puestos a estar siempre en primer plano, que mejor que hacerlo desde la mejor atalaya que conoce: el banquillo del F.C. Barcelona.

Las mismas fuentes también me han asegurado que Pep se encuentra totalmente respaldado por su entorno, que ya dudaba en su día de la decisión tomada. Quedaba en el ambiente una sensación de obra inacabada, que ahora, con este nuevo giro de los acontecimientos, puede hacer, que con la vuelta a los banquillos se salde la deuda contraída esta temporada. Deuda moral, que como dijo el de Santpedor en su última comparecencia pública tiene que ver con la no presencia en Munich. Sintió Pep estos días que el equipo había hecho todo lo posible por estar en esa final, y que sólo el azar, y esa especie de hado que rodeaba a los ingleses, no hicieron posible el sueño de revalidar el máximo título continental. Con ese objetivo regresa Pep.

Borra así de un plumazo a la vez, el acoso mediático sufrido desde Inglaterra e Italia, donde estos días, no han parado de surgir informaciones, detallando por un lado, la mareante oferta del Chelsea y Abramovich, que ofrecía a Guardiola el mayor contrato jamás firmado por un técnico para que abandonará su retiro dorado. Por otro lado, también quedan desbaratadas las presiones del Milan, para que el ahora nuevamente técnico blaugrana, firmará un precontrato que les aseguraba su contratación una vez Pep quisiera volver a primera línea.

Se ha sabido también de forma extraoficial, cuales han sido los principales temas tratados en la reunión celebrada la pasada noche hasta altas horas de la madrugada. En primer lugar, Pep quería exponer las razones de su vuelta, y la supeditaba a la conformidad explícita de su íntimo amigo Tito Vilanova. Sin ella, se daba por concluido el intento, y Pep asumía su primera decisión, y dejaba vía libre a su sucesor. Tito, que todavía no ha firmado su contrato, ha sopesado las posibilidades que se le ofrecían, y no ha tardado en dar su aprobación a la vuelta de Pep. Sandro Rosell, por su lado, y no queriendo que en el mes de diciembre el culebrón de la renovación vuelva a ser noticia permanente ha pedido al técnico la posibilidad de firmar por no menos de dos temporadas, a lo que Guardiola, esta vez ha accedido, dado el carácter extraordinario de su contratación. Zubi, ha expresado su satisfacción por el acuerdo, y ha repasado con el staff técnico la lista de fichajes y posibles incorporaciones, y la línea seguida en la contratación de cada uno de ellos. A la espera de nuevos movimientos de mercado, no parece que habrá muchas sorpresas en este aspecto.

¿A que suena bien? ¿A que podría ser una exclusiva impactante? ¿A que puede generar audiencia en programas de máxima audiencia nocturna? ¿A que soltado, así, a bote pronto, como titular en un programa radiofónico, pondría en alerta a todo el mundo del fútbol? ¿A que la palabra exclusiva, en mayúsculas y en rojo, encima del títular, con una voz sugerente de fondo, serviría como una buena entrada? ¿A que dejar paso a la publicidad después de ese previo generaría expectación y una buena audiencia en los anuncios emitidos?

Pues es mentira. Y de las gordas. Pero resulta que yo no soy periodista, ni nada que se le parezca. No vivo de esto y no me pagan por dar informaciones.

Pero  ¿A que no hay mucha diferencia a las informaciones que a menudo leemos o escuchamos? ¿A que, no pasa nada, si después no se cumple, y resulta que todo fue fruto de una mala interpretación de mi fuente?

Porque de esas exclusivas, me he tenido que tragar este año ya unas cuantas. Exclusivas hechas por profesionales de la información, y que en teoría basan su trabajo en la credibilidad. Y ésta queda a cero cuando a las siguientes preguntas todavía no hay contestación veraz alguna, o simplemente se han demostrado que son falsas. Y es que…¿No habíamos quedado que en una exclusiva sin precedentes Mourinho se iba a ir a final de esta temporada, ganará o no ganará títulos? ¿No se dijo que el Barça se dopaba para conseguir sus logros? ¿No se dijo que el R.C.D. Espanyol había comprado ya no recuerdo que partido? ¿No se dijo hace ya más de un año que Villa estaba en venta? ¿O que Messi y Guardiola estuvieron tres meses sin hablarse? ¿O que Messi ha vetado a Tello en la plantilla azulgrana? ¿O que Messi le discutió a Guaridola la alineación del último clásico? ¿O que Messi, cabreado, no se presentó al entrenamiento al día siguiente?

¿Os imagináis el mismo rigor en un médico, arquitecto, ingeniero o informático en la presentación de sus valoraciones, diagnósticos o proyectos? Que miedo, ¿no?


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viernes, 1 de junio de 2012

El niño que aún debe maravillar.


El niño maravilla” le llaman. Y con ese apodo aterrizó en el Camp Nou. Después de unas largas negociaciones, el emergente jugador chileno, catalogado como mejor extranjero en el calcio, recaló en el Barça con la intención de hacerse con un sitio fijo en la delantera azulgrana.

Todo un país, Chile, estaba detrás de esa contratación, y pendiente de cada uno de los pasos que llevaron a Alexis Sánchez al Camp Nou. Toda una afición, la blaugrana, esperaba ansiosa el cierre del fichaje, para poder constatar “in situ” todas las alabanzas que desde Italia y su país natal nos llegaban.

Ya hace un año publiqué un artículo en este mismo espacio haciendo referencia a este jugador, y repasando su historial y estadísticas. En ese mismo artículo hacía alusión a la diferencia de nivel y exigencia existente entre los equipos en los que había despuntado y el Barça. Exigencia colectiva e individual iban a incrementar la presión a la hora de jugar. Los parámetros para catalogar sus actuaciones y temporada iban a variar, y los números presentados hasta la fecha no iban a servir como referente en su nueva situación.

Y la verdad, es que para mi, después de unos inicios explosivos, con la titularidad ganada a poco de aterrizar, la temporada de Alexis ha sido digamos, que irregular. No ha acabado de asentarse en el equipo, y las múltiples lesiones musculares sufridas han mermado en demasía su rendimiento. Y eso que parecía que Guardiola confiaba plenamente en él, ya que a poco que pudiera gozaba de puesto fijo en el once titular. Se pudo constatar en la última final disputada, donde desbancó a Cesc del once titular, e hizo para mi los mejores cuarenta y cinco mejores de la temporada.

Todo y así, no me ha parecido el jugador que se nos vendió desde los medios de comunicación. Hablaban de sus características principales, y entre ellas estaba el regate y el desborde individual como arma. Hablaban de un jugador de banda que desde allí explotaba un caudal inagotable de asistencias. Y hablaban de un jugador de lucha y brega que se desvivía por el equipo y que aportaba un plus en la recuperación del balón en la presión ofensiva.

Sólo se ha cumplido en mi opinión una de estas premisas. Yo he visto un jugador más apto para jugar en el centro y no en banda. Poco valido en el regate y en espacios en corto, y con unas enormes posibilidades en el balón largo y con metros por delante para correr. He visto un jugador bastante torpón en la utilización de su pierna izquierda, que le hace en muchas ocasiones evitar su uso. Me he encontrado con un jugador más de brega que técnico, más atleta que artista. Y por eso no me ha maravillado.

Me imaginaba en una visión futurista de la temporada, una delantera formando en banda con Pedro y Alexis, que desde el desborde y el quiebro iban a ganar la línea de fondo con facilidad, y con matemáticos pases de la muerte asistieran a todo aquel que penetrará en el área esperando la llegada del balón. Esperaba regates, fintas… No sé, esperaba otra cosa. Imaginaba a las defensas contrarias volviéndose locas intentando controlar a los extremos y abriéndose dejando a Messi más solo y con menos contrarios en su camino hacia portería. No esperaba que la táctica que ha demostrado ser el mejor antídoto contra el Barça fuera la de cerrar el espacio por el centro y dejar las bandas libres!!!.  Las bandas libres!!!!, ese espacio que estaba llamado a ver las incursiones del extremo chileno.

Poniendo una comparación, y para que se me entienda. Esperaba un jugador tipo Ribery, pero multiplicado por dos. Más joven, más hambriento, y con una proyección mucha mayor que el galo, tenía en mente a un jugador similar al Messi de sus inicios, que arrancando desde la banda, matará a sus rivales.

Finalizado el año, la próxima temporada con la idea de un jugador diferente al que se nos vendió espero ver el mismo Alexis que en el último partido disputado. Un Alexis que se asocié con sus compañeros y que alargue el campo con sus continuos desmarques en largo. Un Alexis algo más pausado en el juego de ataque, que le permita establecer paredes precisas con sus compañeros en el ataque. Un Alexis más clarividente a la hora del remate que le permita acabar con mejores porcentajes muchas de las ocasiones de las que dispone. En definitiva, un Alexis diferente al que se nos ofreció, pero que explote sus verdaderas condiciones sin limitaciones.

Y a su vez también espero, que en este periodo de fichajes, el Barça se decida por la contratación de un jugador desequilibrante desde el extremo, y que sea capaz, al igual que lo hace Messi desde el centro, salvando las distancias lógicas en la comparación, desbordar a su marcador en el regate corto, y obligar a las defensas a abrirse para salir en su busca.

Se reclama ahora un nueve puro, que ofrezca algo diferente ante el tipo de defensas cerradas. No creo que esa sea la apuesta. Eso ya lo vivimos con Ibra, y éste acabo desplazado del centro del área. Nadie puede ocupar el hábitat donde se mueve el mejor depredador jamás visto: Messi.


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