Cualquiera lector ya de una cierta edad seguro que me va a entender. Entre las múltiples experiencias que nos permite nuestro mundo emocional se encuentra el sentimiento de nostalgia. Un viaje imposible, pero añorado hacia nuestro pasado que hoy me apetece recorrer. Y es que en vísperas de la próxima edición del Trofeo Joan Gamper no puedo más que pensar en lo que este torneo fue y en lo que se ha convertido.
Un TROFEO que servía de presentación del equipo, y que los culés teníamos marcado a fuego en el calendario del verano. Dos días con cuatro partidos de máximo nivel que nos permitía ver los primeros pasos del equipo y la evolución de los últimos fichajes. Dos días de ilusión y de fútbol de quilates.
Todavía recuerdo como venía expresamente con mi padre desde Calafell para pasar las últimas tarde-noche del mes de Agosto en Barcelona. Y es que la Liga no empezaba hasta septiembre, y las preparaciones de los equipos se llenaban de torneos y partidos a cuál mejor. No como ahora, que casi aparecen los jugadores después de sus vacaciones para disputar los primeros partidos oficiales.
Recuerdo con ilusión, equipos como el Bayern de Munich, el Milán, el PSV, el Manchester United... Cualquier equipo de Europa o América que se "catalogaba" cómo un grande tenía su sitio en el cartel del trofeo azulgrana.
Semifinales y Final... lo que ahora llamamos Final Four. Por el verde del Camp Nou desfilaban las mejores figuras del momento... y enfrente tenían al Barça que iba a iniciar en pocos días los partidos de verdad. Todavía recuerdo a Maradona, saltando al campo después de un diluvio, y jugando como si nada en un campo en el que el balón no podía botar. O a Steve Archibald, su sustituto en la plantilla, que dio un auténtico recital en su presentación en el estadio. En mi retina quedan los nueve goles(no uno, dos, ni tres... nueve!!!) que Carrasco, Marcos Alonso y compañía le endosaron a un Boca Juniors que venía con un portero que según decían era un crack El Loco Gatti le llamaban..... Todavía hoy me acuerdo de su actuación cuando analiza las prestaciones de los actuales porteros de los equipos punteros, y los critica sin piedad... Bien haría en pasarse cada día el vídeo de esa partido antes de salir a los plátos a pasear su chulería innata y barriobajera. Vaya payaso!!
Se suele decir que "cualquier tiempo pasado fue mejor", y aunque no estoy nada de acuerdo con la frase, en este caso lo clava de pleno. Nada tiene que ver el actual formato, presentación y preparación de los trofeos estivales de cualquiera de los equipos de la LFP. Y nada tiene que ver por tanto la importancia de nuestro trofeo. Ahora, metido con calzador en un calendario infumable, a veces incluso con la competición oficial ya iniciada, y con equipos de segundo nivel, el trofeo ha perdido toda su esencia, y únicamente sirve de atracción al turismo que cada mes de agosto llena nuestra ciudad.
El sentimiento de añoranza no deja de ser una pérdida por algo que existió. Forma parte de nuestra historia personal y a veces se entromete en nuestra cotidianidad para que le hagamos un espacio. Hoy me apetece que por un momento llene este espacio. Seguro que tú también tienes tus "momentos nostálgicos"