En ocasiones utilizamos la parte
negativa de esta frase, como expresión que se utiliza para decir que uno no se
fíe de las apariencias ya que éstas pueden engañar. A veces, las
cosas no son lo que parecen y lo que parece ser una cosa a simple
vista, puede ser algo diferente cuando se mira más de cerca o se
investiga sobre el hecho en cuestión.
Con el motivo de la última gala
del Balón de Oro, el F.C. Barcelona ha confirmado estar
viviendo una época dorada, aglutinando una gran cantidad de premios otorgados,
y llevándose el premio gordo de la gala, después de discusiones y debates
generados desde un ya lejano mes de junio, cuando se empezó a postular por los
candidatos en aras a los méritos contraídos en una temporada recién finalizada.
Ahora, seis meses después, provoca hilaridad ver los argumentos expuestos en su
día, y las vicisitudes por las que han pasado los diferentes candidatos a
arrebatar el premio a Leo Messi,
para mi, el JUGADOR con mayúsculas cuyo nivel se encuentra a años luz del resto
de competidores.
Messi, con su cuarto galardón se convierte así en el
jugador con más condecoraciones, conseguidas además de forma consecutiva. La
verdad es que después de conocer el resultado, estuve a punto de romper una de
mis promesas, y quedarme ante el televisor para ver las tertulias nocturnas,
que seguramente iban a tratar este tema. No me hizo falta, y en un ejercicio de
sensatez imagine cual sería el argumento de la mayoría de periodistas que por
allí circulan y opté por otro tipo de actividad menos estresante.
Y es que desde que Mourinho, y la prensa afín a él (ahora
ya no tanto), empezaron a hacer campaña a favor del astro portugués, los
argumentos escuchados no han variado en contra del argentino. Y no creo que
hayan cambiado después de la confirmación de lo evidente. Messi es el mejor, ha hecho la mejor temporada, y es el único
merecedor de este premio, tanto en esta edición cómo en las anteriores.
Me parece estar viendo a esa
pléyade de profesionales de la información gritando y despotricando a favor de
cualquier otro futbolista, con el único objetivo de desprestigiar las
prestaciones del argentino. Si incluso he llegado a escuchar que el diez
azulgrana no contaba ni en la quiniela de los premiados. Me parece oír a cada
uno de ellos hablar de premio adulterado, de premio aburrido y de premio sin
ninguna credibilidad. Credibilidad que si debía tener cuando no participaban en
las votaciones los verdaderos artífices de este deporte, los futbolistas, y en
épocas en los que los únicos votantes eras los corresponsales de una revista
que otorgaban el galardón bajo unos criterios que han aupado a la lista de
ganadores a nombres como Sammer, Owen o Cannavaro.
Y es que sólo hay que pararse a
escuchar a Iniesta, el cual, con
toda naturalidad acepta la superioridad de su compañero, y defiende la
legitimidad de la votación. El manchego desmonta a aquellos que hablan de la
máxima condecoración individual, cómo si un reparto equitativo se tratará, de
forma que, según ellos se deba otorgar de forma variada y no caer en la
repetición. Si Messi es el mejor, año sí, y año también, si Messi realiza
temporadas descomunales temporada tras temporada, si Messi deja en doce meses
una colección de títulos, goles y detalles que no están al alcance de nadie,
¿qué le impide seguir acumulando premios en su haber?.
Messi ejecuta en el campo acciones, que no es que sean imposibles
para el resto, es que éstos simplemente no piensan ni en ejecutar. Hay
jugadores que destacan en acciones puntuales del juego, ya sea por su disparo,
su rapidez, su regate, su maestría en el lanzamiento de falta, su poder
asistencial, o su capacidad defensiva. Jugadores que realizan auténticos
partidazos y que deciden noventa minutos de lucha con acciones espectaculares. Messi no es así, el argentino no tiene
una sola cualidad, s no que atesora la mayoría de ellas. No hablaremos sólo de
él como un goleador, cómo lo puede ser Falcao,
o de un portento físico y competidor incansable como puede ser Ronaldo. No diremos que influye en el
juego como Xavi, o que tiene la
desfachatez de Iniesta, que parece
que haya nacido corriendo entre contrarios con un balón en los pies. No diremos
que tiene el regate de Neymar, o la
visión de juego entre líneas de Ozil.
No, no diremos nada de eso.
Sólo diremos que aglutina lo
mejor de cada uno de ellos, y que en un solo jugador se puede ver una falta
lanzada de forma magistral, un regate inverosímil, una conducción
estratosférica, un disparo descomunal, una asistencia imposible, un remate fugaz,
o una jugada digan de las mejores prestaciones de esos juegos on-line que tan
de moda están ahora. Messi es único,
y cómo único merece un palmarés único.
Un palmarés que cómo dijo Iniesta
llegará hasta donde el quiera, y que deslumbrará por su brillo a cualquier
analista que en un futuro repase la historia de esta época que ahora tenemos la
suerte de protagonizar los culés. Una historia que señalará a Messi como aquel
rey Midas que convertía en Oro todo lo que tocaba. Una historia que recordará
el día de hoy cómo el primer día hacia su quinta distinción.
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1 comentarios:
Recuerdo hace un año que estuvo xavi e iniesta, creo es el unico "pero" que le pondria a messi, si tan solo tan solo hubiera dicho, vengan amigos este premio es de los 3 quedaria en el olimpo de imagenes y frases tomarse la foto con ellos al lado, seria para la historia, simplemente se le paso decir eso tal vez su timidez y no saber que hacer porque desde mi punto de vista sera imposible q uno de ellos gane el premio estando messi jugando, ayer vi a iniesta y pude ver tristeza en su rostro y melancolia como diciendo ¿quien otro ganara con semejante mostruo enfrente? simplemente fue la imagen de la resignacion, es mucha alegria poder vivir en la epoca de messi,...rememorando la frase de troya, vivi en los tiempos de aquiles ... jaja es historico verlo en vivo.
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