Volvió la Liga, y parece, que ahora ya, definitivamente para quedarse. Y es que en este primer tercio de competición, todavía no me ha quedado claro, si éste ha sido un periodo en el que las selecciones dejaban a sus jugadores a los clubs, o al revés. Esperemos que ahora, con la normalización del calendario, sólo alterada por la disputa del Mundial de Clubs, la competición recuperé su ritmo habitual y centré la atención de todas, hecho que hasta el momento había quedado algo disperso.
Y en ese regreso, el Barça, se enfrentó al Zaragoza, con la fisonomía que le caracteriza. Llegábamos al partido del Camp Nou con el debate sobre el uso de Messi, y sobre como su participación en la liguilla sudamericana de cara a la clasificación para el próximo Mundial, podría afectar en su rendimiento, y de la necesidad de que Guardiola le diera un descanso ante el decisivo partido del próximo miércoles en San Siro, que decidirá en primer puesta de acceso a los octavos de finales de la actual edición de la Champions.
En las declaraciones del técnico previas al partido ya se intuía que los azulgrana iban a presentar una alineación compuesta por Messi y diez mas. Y es que tiene clarísimo, Pep, que la incidencia del argentino es tan grande en el juego del equipo, que a poco que éste presente unas condiciones mínimas para la disputa del partido, éste formará parte del once inicial. Y si bien es cierto que el desgaste que sufre el diez azulgrana es superior al de sus compañeros, también lo es que su despliegue físico en el campo, en algunos partidos queda reducido.
Contra los aragoneses, Guardiola dispuso un esquema de defensa-ataque, pensando en ese mínimo desgaste de su estrella. Pensó Pep, en darle a Cesc un doble papel en esas facetas del juego, disponiendo al de Arenys como interior en los momentos en los que los azulgranas no tuvieran el balón, con la obligación de trabajar en la presión y la recuperación. Una vez conseguido el objetivo, el polivalente centrocampista azulgrana interpretaba uno de los papeles que mejor sabe hacer, y se incorporaba al ataque como falso delantero centro, dejando que Messi retrasará algo su posición, contribuyendo así de forma activa en la construcción del juego de ataque azulgrana. Descanso en defensa, reactivación en ataque fueron las consignas de Guardiola.
De esta forma, exceptuando los primeros veinte minutos de juego, en lo que parecía que costaba engancharse al partido, el Barça nos volvía a mostrar su mejor cara, y una vez puestos por delante en el marcador, tras jugada de estrategia materializada por Piqué, el carrusel de ocasiones de la primera parte se hizo constante, obligando a Roberto a convertirse en protagonista del encuentro, con constantes intervenciones. Fueron, para mi, los mejores minutos de un partido, que culminaron con una acción protagonizada por la pareja de la noche. Cesc y Messi se encontraron en las inmediaciones del área maña, y con dos simples toques, cerraron una jugada que, justo antes del descanso, puso lo que ya parecía la distancia definitiva en el marcador.
La segunda parte no dio para mucho. Rotaciones y dos goles más finiquitaron un choque por goleada, en unos resultados ya habituales en el Camp Nou, que registran esta temporada un parcial de treinta a cero para los locales. Dos goles sellados por Puyol y Villa. Dos goles que sirvieron, el primero, para recordar el mítico dos a seis del Bernabeu de hace dos temporadas, como último partido en la que la pareja antaño habitual en la zaga había conseguido marcar en un mismo partido. Y el segundo, para tranquilizar a un Villa, que después de nueve partidos sin ver puerta, saboreaba nuevamente el gusto de sentirse goleador, y contribuir a aumentar los registros de un equipo que va camino esta temporada de marcar unos números estratosféricos en su campo.
Vimos por tanto, un partido típico de esta temporada. Recuperamos para la memoria a la pareja de centrales que tantos éxitos ha generado, y vimos a un Puyol pletórico y multiacelarado, intentando demostrar que su sitio todavía esta entre los once que saltan al campo al inicio del encuentro. Vimos a Piqué, que poco a poco va recuperando su nivel, dejando atrás sus problemas con las lesiones, y con el exceso de esos quilos que le lastraban al principio de esta temporada.
Vimos nuevamente a Cuenca, que parece llamada a ser el nuevo descubrimiento de la cantera azulgrana. Buen partido del treinta y nueve azulgrana, que yendo de menos a mas, protagonizó las mejores jugadas de los segundos cuarenta y cinco minutos, incluyendo una asistencia de gol, y muchos detalles de calidad en el regate y la posesión. Y vimos a Alexis, que entre lesiones y internacionalidades sigue siendo un gran desconocido para la afición culé. Se le intuye velocidad, se le intuye profundidad, se le intuye regate, pero todavía esas sensaciones no han pasado a ser realidades. Esperemos que ahora, ya centrados todos únicamente en sus clubs veamos al verdadero jugador que tantas expectativas ha generado.
Y es que no va ser fácil este campeonato. Necesitará el Barça a todos sus jugadores en plenitud si quiere imponerse a su máximo rival. Un Real Madrid, que lleva once partidos consecutivos sellados con victoria, y que parece que va a vender muy cara esa primera posición que ahora ocupa. Su último partido le exigió ya algo más que los precedentes, y ya no se le vio tan superior como en los anteriores. Pero para ello, su rival, en este caso el Valencia debió jugar al límite de sus fuerzas, y llevó el partido a unas altas cotas de intensidad. Y eso es lo que necesitaran los azulgranas para imponerse en lo que se prevé como la primera final de la temporada. La Liga, contrariamente a lo que algunos pronosticaban únicamente, se ha vuelto ya bipolar, y únicamente los dos grandes tienen la posibilidad de disputarla. Una ventaja superior a la disputa de un partido, y que vaya más allá de los tres puntos actuales, puede suponer una insalvable barrera a recuperar. Sabrá mejor, este año, si se consigue la obtención de los títulos en disputa, que tienen en el sextete su máximo objetivo. Seguimos haciendo camino para ello, y desde aquí seguiremos contándolo.
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Segui @jcarrasquet
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3 comentarios:
bien el barca, manteniendo la linea local, como ha sidi desde el inicio de la temporada, me parecio que el equipo se mostro bastante solido, falta ver si logra mantener esa solidez en las dos salidas a madrid.
constancia es el principal debe del equipo esta temporada, ojala se logre alcanzar.
me gustaria mencionar lo mas destacado del juego del sabadao, para mi:
hay jugadores que sin tanto cartel me parecen a mi muy necesarios, tal es el caso de keita, que hizo un partido correctisimo sin busquets y mascherano en la cancha.
lo de alexis, de lejos el peor , esperemos que mejore porque de verdad que ha tenido poco tiempo de adaptacion entre lesiones y seleccion.
saludos.
EL Barcelona pasó como una apisonadora por encima del Zaragoza. El partido que tuvo emoción fue el de Valencia, con polémica incluida. Cada uno ve la famosa jugada en el área como más le conviene.
¿Intercambio de links?
Un saludo.
Hola. Ningún problema por intercambiar enlaces. Muchas gracias por proponérmelo. Ahora mismo incluyo tu blog en mi lista.
Un saludo.
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