Cuando desde hace ya unos años los gemelos Bartra despuntaban en las categorías inferiores del Espanyol y Barça, poco podían imaginar el excelente futuro que el fútbol le
deparaba a uno de ellos. Defensa, Marc,
delantero, Eric, se ubicaban en
zonas contrapuestas del campo, hasta que los condicionantes separaron las
carreras de ambos hermanos. Uno, machacado por las lesiones, se saca hoy el
gusanillo del deporte Rey, jugando en un equipo cercano a su pueblo natal, Sant Jaume dels Domenys. El otro, está
llamando a las puertas de la gloria, y está cerca de cumplir el sueño que todo
chaval tiene cuando se enfunda por primera vez la camiseta del equipo en el que
desean triunfar.
Son ya varios los años que los asiduos del fútbol base azulgrana oímos
hablar de este central. Despuntando en el Juvenil
A y posteriormente en el filial
barcelonista, siempre se ha visto a Marc
como uno de los más firmes candidatos a llegar al primer equipo. Y este año, en
el que la posición de central ha tenido fuertes contratiempos parece que ha
llegado el momento de dar el salto. Y el chaval parece consciente de lo que se
juega, y de momento, en cada una de sus apariciones ha dado muestras de poseer
cualidades para no desentonar en la zaga azulgrana.
Rápido, con un excelente toque de balón. Visión de juego y temple pueden
ser sus virtudes más destacadas. A ello hay que unir un estimable juego aéreo,
sobre todo en las jugadas de estrategia de ataque. Todas ellas son
características que requiere un zaguero azulgrana, el cual vive muchas veces en
inferioridad numérica contra los atacantes, y se ve en muchos de los
contraataques contrarios, expuesto a frecuentes uno contra uno. Intuición en el
corte, rapidez de ejecución y robo de balón deben ser los máximos valores de
los guardianes de Valdés. Y todo
ello lo aúna este jugador de apenas veintiún años de edad.
Si que es verdad, que viendo su complexión, extremadamente delgada, hace
sufrir en aquellas acciones en los que la contundencia y el choque frontal han
de dejar de lado la exquisitez técnica. No lo veo todavía haciendo frente en un
ir a por todas, a delanteros tanque tipo Drogba
o Ballotelli. Esas tareas todavía
deberán ser propiedad de los dueños absolutos de los dos puestos centrales: Piqué, Puyol y Mascherano.
Y supongo que él es consciente de esta limitación, y a ella se está
aplicando desde el inicio de la pretemporada. Puede dar Messi buena cuenta de ello, que recibió una tarascada sólo empezar
los entrenamientos. Deberá Marc
estar algo más comedido y hacer valer sus galones delante de otras presas, no
sea que ante tal ansía de demostrar sus fuerzas, de un disgusto al corazón de
más de un seguidor azulgrana.
Parece estos días unánime entre prensa y seguidores que la ascensión del
tarraconense es un hecho. Es más, parece que todos ansían ver un nuevo valor de
la cantera asentarse en el primer equipo, y más en una posición tan proclive a
generar productos de la casa como es la de central. Hartos estamos los
seguidores azulgranas de experimentos en esa zona. Muchos han sido los
disgustos y fiascos vividos en las últimas décadas, y desde Koeman, no se conoce fichaje que haya
dejado su huella en el Camp Nou. Anderson,
Bogarde, Christanval, Txigrinky son claros ejemplos, que puestos a tomar
riesgo, mejor echar una mirada al otro lado de la calle, en la que hay
jugadores habituados a jugar según los parámetros de riesgo que impone el
esquema táctico blaugrana.
Se habla de Bartra como un clon
de Piqué, pero yo si fuera él me
revelaría contra ese papel asignado. No por la calidad del personaje clonado,
sino, por su extrema juventud. Y es que con sólo tres años de diferencia entre
los dos, mal lo tiene Marc si ha de
esperar su oportunidad al declive de Gerard.
No estamos hablando de una promesa en ciernes, no estamos hablando de un
juvenil. Estamos ante un jugador ya casi hecho al que le falta constatar su
calidad ante contrarios de más envergadura. Sólo esa prueba dirá si la apuesta
es acertada y si estamos ante el cuarto central del equipo. Sin olvidar, que su
complexión, que como ya he comentado puede ser un handicap en según que lances
del juego, es a su vez, su mejor arma para desenvolverse en otras posiciones de
la defensa. No olvidemos que hace ya más de un año debutó en el Vicente Calderón actuando de lateral
derecho. Ahí puede tener otro de sus máximos valores.
Las próximas semanas le espera su gran oportunidad. Con Con Puyol y Piqué lesionados, y un Song que parece, por lo mostrado en el partido de Champions no adaptarse muy bien a esta posición, estamos ante el kilómetro cero de la trayectoria de Bartra en el once titular. Puede que ahí tenga su prueba definitiva que le abra las
puertas de forma perenne del vestuario azulgrana.
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