Simplemente, el mejor.

Como evocaba Tinna Turner en “The Best (el Mejor), en uno de sus mayores éxitos de los años 80, y que ahora se ha convertido en clásico, si preguntamos a cualquier culé, su opinión sobre Guardiola, en una amplia mayoría nos contestaría parafraseando el estribillo de tan emblemático tema “You're simply the best, better than all the rest, better than anyone”, que traducido significa “Simplemente eres el mejor, mejor que el resto, mejor que ningún otro”.

Y es que la llegada de Guardiola al banquillo del F.C. Barcelona, le ha supuesto al club un giro radical en su concepción como tal,  y en poco más de tres años ha alcanzado cotas jamás imaginadas. Suena raro leer las hemerotecas de esa época, y comprobar las dudas que se instalaron tanto en medios como en la afición, cuando el entonces presidente Joan Laporta, anunció la contratación de Pep como entrenador para el primer equipo. Y es que los méritos de éste en el banquillo eran mínimos, con tan solo un año de experiencia en el filial, firmado eso sí, como el primer éxito de su carrera. El ascenso de éste a Segunda B desde del grupo catalán de la Tercera División donde entonces el ahora aclamado Barcelona B se encontraba hundido. Y es siempre el propio Guardiola, el que, cuando le recuerdan sus títulos, siempre añade éste a su palmarés. Y ahí empezó su Historia.

Una Historia que ayer escribió un nuevo capítulo, con la entrega de La Medalla d’Honor del Parlament de Catalunya, en la que se le reconoce su innegable e impagable trayectoria al frente del equipo. Una Historia, a la que nos hemos visto arrastrados todos los barcelonistas, que estamos viviendo, futbolísticamente hablando, “los mejores años de nuestras vidas”, y que, al igual, que la serie norteaméricana del mismo nombre, recordaremos y narraremos a nuestros descendientes en años posteriores.

Y eso que las primeras páginas de este libro de Oro no parecía que fueran a dar para tanto. Y es que como digo, las dudas a su contratación fueron múltiples, y los primeros resultados con una derrota!!!!, en el campo de los Pajaritos, ante el recién ascendido Numancia, por 1-0, sumadas a continuación a un pírrico empate ante el Racing de Santander en el Estadi, hicieron que más de uno, y de dos, se rasgara las vestiduras, viendo cono aquel joven y “melenudo” técnico, intentaba poner en marcha un proyecto, al que ahora seguimos hipnotizados.

Pero el proyecto despegó, y después de algún que otro sobresalto (todavía recuerdo un gol de Gudjohnsen en el descuento, para imponernos al Betis en el segundo partido de Liga en el Camp Nou), inició un vuelo, del que, al menos por el momento no se le vislumbra pista de aterrizaje.

A partir de ese momento, y recordando nuevamente a Luis Aragonés, en una de sus celebres ruedas de prensa, el equipo sólo ha hecho que “ganar, ganar y ganar, y volver a ganar, ganar y ganar….”, y los títulos han ido cayendo, uno detrás de otro, como esas fichas de dominó colocadas en fila. Y así, en el campo, ante el televisor, o en las terrazas de los bares, los cules han presenciado la consecución de hasta doce títulos de quince posibles, en el mayor hito que se recuerde de la Historia de este deporte. Nunca, en tan poco tiempo, un equipo ha conseguido tanto.

Es el de Santpedor, un técnico innovador e inteligente. Sobre todo inteligente. Es un técnico que acostumbrado en su época de jugador a tratar con los mejores, ha sabido aglutinar algo de todos ellos, y formar y configurar así un sistema de juego, al que todavía hoy no se tiene antídoto, ya que, lejos de quedarse anclado en su éxitos, y viendo los esfuerzos de los rivales por buscar los puntos débiles que cualquier estrategia tiene, ésta ha ido evolucionando año a año.

Es un técnico trabajador, y por encima de todo, apasionado con lo que hace. No hay mejor arma para presentar un buen trabajo que la motivación. “La feina ben feta no té fronteras” (El trabajo bien hecho no tiene fronteras), es un lema catalán, y Guardiola se ha empeñado en demostrarlo con hechos. Vive su profesión intensamente,  disfruta con ella, y además, transmite ese gozo a los que le rodean. Y es que en sus dotes de comunicar está, en mi opinión gran parte de su éxito. Es curioso y divertido a la vez, observar sus reacciones en el banquillo. Ante un gol, ante un fallo, ante un pase milimétrico, o ante la mayor de las pifias. Es el jugador número 12, participa del partido. Y así, los jugadores, lo ven como uno más. Uno de los suyos. Y en esa conjunción técnico- jugador, ha logrado configurar una plantilla, con unos jugadores, que salvo excepciones, le idolatran.

Y es un técnico luchador, inconformista, que no se detiene a contemplar lo ya conseguido, sino que apunta siempre al próximo objetivo. Su trayectoria antes como futbolista, y ahora como entrenador es la más grande que cualquier otro mito azulgrana puede mostrar, y cada año, se nos presenta a la afición con nuevos proyectos, nuevas ideas y como si el principio de cada curso futbolístico fuera el inicio de un nuevo ciclo.

Veremos donde nos lleva este vuelo, y hasta donde aguantará el piloto. Y es que también es constatable el gran desgaste que éste ha sufrido en estos tres años en el banquillo azulgrana. Nosotros, los aficionados, sólo esperamos que nadie nos pellizque, y despertemos, y como aquellos giros cinematográficos, veamos que la realidad ha vuelto, y que todo lo vivido ha sido un sueño. Y es que este es el principal mérito de este técnico y su equipo. Hacernos vivir UN SUEÑO!!! 

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