La maldición del nueve

Desde que Guardiola está en el banquillo cada uno de los portadores de este mítico número han abandonado el equipo. Será capaz Aléxis de romper con esta maldición?

Cesc Fábregas. Punto Final?

Después de tres años con noticias repetitivas sobre su contratación, parece que al final este año se dan las condiciones para su vuelta

La profecía de Van Gaal

Hace un tiempo, Van Gaal, hizo una profecía, queréis saber cual es?

Mourinho, una táctica diferente

Mourinho se caracteriza por explotar al máximo el entorno que rodea la disputa de un partdo.

Cruyff, dos inicios. Una historia.

La llegada de Cruyff al Barcelona supuso una revolución, tanto en su etapa como jugador, como en la de entrenador.

jueves, 29 de septiembre de 2011

El Barça de las manitas

Nos está mal acostumbrando el Barça a solventar los partidos con este resultado, y es que con el de ayer ya son catorce ocasiones en las que los de Guardiola, han batido a su rival con el mítico número cinco alumbrando su marcador.

No era ayer un día en la que se esperaba que se diera un resultando tan contundente, Y es que si bien es cierto, que los azulgrana, tal y como reconoció Guardiola en rueda de prensa, han disputado tres ediciones fantásticas de la Champions, saldadas como todos recuerdan, con dos títulos y una semifinal, también lo es que, en los desplazamientos, el equipo no ha tenido unos resultados extremadamente buenos, y la victoria foránea es un marcador que se le resiste.

Tampoco los precedentes ante equipos del Este, invitaban a pensar que el partido acabará de forma tan contundente. Y es que más de uno, tenía muy frescos en la memoria los partidos contra el Rubin Kazan, y los problemas que este modesto equipo ha planteado a los culés en las dos últimas ediciones de la máxima de las competiciones. Sólo cabe recordar, a modo de ejemplo, que una derrota hace ahora dos años en el Camp Nou, ante este equipo, desató la euforia en algún que otro llamado “periodista”, que acuñó desde entonces el famoso “fin de ciclo” azulgrana, y que desde entonces, como un Nostredamus cualquiera, lo anuncia, de manera apocalíptica,  al mínimo resultado no favorable para los catalanes.

Con todos estos condicionantes, saltó el Barça al césped del estadio de Minsk. Y, como no, en la alineación se pudo comprobar, que el once titular que presentaban los blaugrana no era el vaticinado por ninguna de las apuestas que la prensa había anunciado durante el día. Se apostaba por la vuelta de la casi invicta dupla “Piqué-Puyol” en el centro de la zaga, como un síntoma más de respeto a este desconocido equipo. Pero Pep, con acierto, sólo utilizó a uno de ellos, y volviendo a su esquema habitual, el 4-3-3, colocó en el centro de la zaga a Puyol juntó con Mascherano. Y digo con acierto, porqué me parecería muy arriesgado afrontar un partido, que a priori se prevé complicado, con dos jugadores en el centro de la defensa, todavía en fase de recuperación, y con el ritmo competitivo muy por debajo de sus compañeros.

Pero sólo empezar a rodar el balón, se pudo constatar que ayer, en defensa, cualquier jugador hubiera tenido un partido plácido. Fue sorprendente observar la disposición táctica del llamado “Guardiola de Bielorusia”, que con un táctica de 9-1, se dispuso a esperar a los azulgrana en su área a la espera de no sé que milagro. Supongo, que conservaba el técnico local el vídeo del partido del Inter de Milán en el Estadi azulgrana, que frustró el pase de los catalanes a lo que hubiera sido su tercera final en tres años. Y planteó un partido de forma parecida, pero con una exageración tal, que resultaba curioso observar a nueve jugadores intentando moverse al unísono dentro de su área, y yendo de lado a lado de la misma.

Con esa manera de afrontar el encuentro, éste tomó tintes de partido de balonmano, y los jugadores azulgrana, como suele ser habitual en su juego, empezaron a mover el balón de lado a lado en busca del hueco que le permitiera inaugurar su casillero. Y ocurrió, algo previsible y que en muchas ocasiones, cuando se acumulan jugadores sin sentido dentro del área acaba por suceder. Y es que un jugador local, en un intento de rechacé, intentando tapar un desmarque de Messi, introdujo el balón en su portería. Fue un gol tempranero, que lanzaba por la borda la “novedosa” estrategia del técnico local. Y es que me hace gracia observar, como cuando se habla de superar al Barça, siempre se pone como ejemplo aquel partido de los neoazurros. Y sí, aquellos superaron a los azulgrana en el cómputo global de la eliminatoria, pero el partido en cuestión, se saldó con derrota, mínima, sí, pero derrota al fin y al cabo.

Volviendo al partido, pensaba, iluso de mi, que entonces los locales abrirían líneas, y el juego sería diferente. Pero no. Parecía que el único objetivo era salir del campo con el mínimo número de goles encajados, y nuevamente los nueve jugadores locales, se volvieron a colocar en su posición defensiva a la espera de los atacantes azulgrana. Sólo el trotamundos Kezman, quedaba aislado en punta, totalmente desasistido y sin ninguna posibilidad de participar en el partido. Supongo que no ha sido este el partido en el que más ha disfrutado jugando.

Y así seguía el partido, cuando una vez Pedro, y otra Messi, firmaron los goles que nos llevarían al descanso con un contundente cero a tres en el marcador.

La segunda parte, por tanto se convirtió en un mero trámite, que había que disputar, porqué todavía nadie a instaurado el ko futbolístico como solución para acabar con este tipo de partidos tan aburridos. Los cules, al menos, teníamos el aliciente de intentar ver si el diez azulgrana conseguía un par de tantos más y superaba a Kubala en el escalafón del segundo máximo goleador de la historia azulgrana. Y  este pequeño genio, al que dentro de poco ya no sabremos como adjetivarle,  sólo hace falta que tenga un objetivo, para que este se vea cumplido. Y así fue nuevamente, cuando recién iniciada la segunda parte, batió al portero local con el mejor gol de la noche, en un zurdazo desde dentro del área que se coló como un obús en la portería.

De aquí al final, posesión, cambios, rotaciones y un dejar pasar el tiempo, llevaron al partido a una fase de sopor, que no pudieron soportar ni los aficionados locales, que aunque habían llenado el campo para presenciar al actual campeón, lo fueron abandonando de forma paulatina.

Y es que el partido no daba para más. Sólo Villa, muy activo toda la noche, y con numerosas ocasiones para aumentar sus números goleadores, porfiaba todavía con la defensa contraría. Y también el asturiano consiguió su objetivo. Lleva Villa ya dos partidos consecutivos disputando los noventa minutos, y presenta esta temporada, unos números bastante mejores que la de su debut como azulgrana.
Era el minuto noventa, y por fin el partido finalizó. Y a parte de las estadísticas oficiales dejó unos datos curiosos a su fin. Pedro, con doce goles, igualó a Johan Cruyff en tantos conseguidos en competición europea, Messi lo hizó con Kubala, Villa continua a gol por partido, Guardiola se ha convertido en el técnico azulgrana con más victoiias en Champions, y la camiseta negra, dejó atrás un dato que empezaba a preocupar, y es que todavía el Barça no había conseguido ninguna victoria con ella en escena.

Esperemos que el todavía azulgrana Hleb, disfrutara del encuentro, y después del mismo felicitará a sus compañeros por la victoria conseguida. Aunque más bien, si alguno de sus ex, conserva su teléfono, los mensajes habrán ido en sentido contrario. Yo, no me habría podido resistir.

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martes, 27 de septiembre de 2011

¿Vuelve Kaká?

Se presentaba el Real Madrid ante su afición en su enésimo intento por iniciar un camino que le lleve a la consecución de la tan ansiada décima Champions. El rival, otro histórico de esta competición, el Ajax holandés que al igual que el pasado año ha formado parte del mismo grupo clasificatorio que los merengues.
Y en la presentación del equipo en el césped dos nombres llamaban la atención. Por un lado, Kaká desbancaba a Di María del once titular, pagando, a mi parecer este último sus dos excesos cometidos en las dos últimas jornadas ligueras. Por otro, el joven central Varane, que definitivamente ha desplazado a Albiol en las rotaciones hacía la titularidad en el eje de la zaga, haciendo prever una salida del defensa valenciano en el mercado invernal, buscando los minutos necesarios que le permitan ganar méritos para disputar la próxima Eurocopa.
Y con el pitido inicial, la sorpresa continuó, observando como el equipo holandés se lanzó de forma contundente a la presión de la zaga local, intentando ahogar la circulación del balón hacia Xabi Alonso, y evitando que el esférico pudiera llegar a la zona central del juego merengue. Y así, casi protagoniza el Ajax un inicio de partido similar al que ofreció el Rayo Vallecano, cuando obligó en el primer minuto de juego a Casillas, a realizar una gran intervención, impidiendo que éstos se adelantaran en el marcador.
Tenían los dos equipos una concepción  similar del partido. Presión arriba, con intentos de robo en la línea inicial de creación del juego, para así poder sorprender a los zagueros fuera de su posición. Fueron los primeros quince minutos parejos en cuanto a intensidad y posesión del balón, siendo incluso los holandeses los que más se acercaban al área rival. Pero a pesar de ese dominio inicial, el juego blanco daba la sensación, de que, una vez superada la primera línea de presión, sería más fácil superar la segunda, y es que la intensidad de los integrantes de la defensa distaba mucho de la que ofrecían sus compañeros en ataque.
Es este equipo entrenado por Frank de Boer, un vivo ejemplo de su concepción futbolística, y enseña todas las virtudes y defectos que éste mostró en su carrera. Un digno y meritorio control y manejo de balón, y una alarmante pasividad defensiva.
Y esas sensaciones transmitía el partido, cuando el Real Madrid, elaboró una jugada que le define como equipo., cuando en una rápida y espectacular contra, inauguró el marcador tras una muy buena combinación de su tripleta atacante, que permitió a CR7 inaugurar su casillero goleador de esta edición europea. Afectó este gol a los holandeses, y así el Madrid encontró su sitio en el campo, y ante la bajada de intensidad de la línea de presión atacante, las ocasiones se sucedían ante la desesperación del eléctrico portero visitante, que vio con impotencia como Kaká, sin oposición se preparaba un disparo al borde del area, en el que descargaba toda su rabia, y que se convertía en el primer paso de reconciliación con su afición, cuando beso la red.
Con la idea de un partido ya finiquitado se llegó al tiempo de descanso, como preludió de una segunda parte que se presumía un mero trámite. Trámite que empezó con un rápido gol ejecutado por Benzema, que redondearía un resultado claro, y finiquitaba ya este primer choque de Champions en el Bernabeu.
Curiosa la oferta goleadora que hoy han ofrecido los merengues. Y es que las apuestas de Florentino de hace dos años, como máximos bastiones para recuperar la hegemonía perdida, han sido los protagonistas de cada uno de los tantos del partido.
A partir de ese tercer gol, el partido pasa a una fase de letargo, de la que contrariamente a losque se podía esperar, despertaron los holandeses. Y así ofrecieron en ese tiempo una buena puesta en escena, obligando a Casillas a varias intervenciones de mérito, que parecía empeñado en demostrar que las anecdóticas cantadas colgadas en Facebook por él mismo no dejaban de ser casos muy, muy aislados en su trayectoria
También esa fase del partido permitió ver las prestaciones del joven defensa francés, que demostró ante el acoso holandés buenas cualidades en el cruce y en la anticipación. Será interesante seguirle ante delanteros de más nivel.
Y ya, para tan poco daba el partido, que los últimos minutos nos dieron la posibilidad de observar a Di Maria desenvolverse en el lateral izquierdo, y a Altintop debutar con la camiseta blanca después de su operación de una hernia discal.
Cierra así el Madrid una semana cargada de mensajes institucionales, malos partidos de Liga, y con un mejor sabor de boca que sus últimas apariciones. Y deja la figura de un jugador, Kaká, recompensado con aplausos por su público después de dos decepcionantes temporadas. Esperaremos a ver sus próximos partidos, y cual es su contribución pasados un mayor número de encuentros. De continuar así, encontrará el Madrid un refuerzo dos años más tarde de lo que esperaba.
Y ahora espera la Liga,  competición que apenas ha visto a este equipo a su máximo nivel. El fortín de Cornellá lo pondrá a prueba.
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lunes, 26 de septiembre de 2011

3-4-3. De Cruyff a Guardiola.

Llevamos ya cinco partidos disputados en esta temporada, y partido a partido, cada día parece más claro que, lo que en ocasiones era una solución puntual para solventar ciertas situaciones de emergencia, está tomando visos de continuidad. Y es que, en la obsesión de Guardiola, de hacer evolucionar constantemente al equipo, el dibujo táctico del famoso 3-4-3 ha sido puesto en escena de forma más habitual que el ya típico 4-3-3, que hasta ahora representaba la máxima seña de identidad de este equipo.
Es este, un dibujo táctico introducido en el Barcelona, por Johan Cruyff, que ya en su primera temporada, nos enseñó su apuesta futbolística, introduciendo una gran novedad en la concepción de un juego que en esos momentos se entendía únicamente con cuatro y hasta cinco defensas. Tuvo el holandés múltiples detractores en sus inicios, ya que, en sus primeras temporadas, el equipo sufrió más de lo habitual en defensa, y parecía que tan valiente apuesta iba a quedar en intento. Pero lo que en un principio parecía una extravagancia del ahora mítico ex-técnico azulgrana, trajo la primera época dorada vivida por mi generación, y paso a ser la firma del denominado Dream Team.
Dream Team, que en su época dorada fue conducido por un entonces joven Pep Guardiola, el cual ahora está adoptando idéntica solución táctica que su antecesor en el banquillo. Idéntica en cuanto a concepción, pero diferente en su ejecución. En los noventa, a parte de la línea defensiva de tres ,Johan introdujo a la vez, la novedad de la figura del cuatro, representada en su mejor versión por el actual ocupante del banquillo culé. Como cuatro, se conocía a aquel jugador que actuaba como un ancla en el centro del campo, y servía de apoyo a la línea de tres de su espalda, y a los interiores y media punta que dibujaban el rombo central. Ahora esta figura, y la de los extremos pegados a la cal, la otra seña de identidad de aquel equipo, no actúan de la misma forma, ni con una función tan definida como aquellos, sino que hacen de la movilidad y el cambio continuo la estrategia básica para desmontar la teórica organización defensiva del rival.
Empezó esta apuesta de Pep, como digo, como solución de emergencia. Y es que debido a las lesiones de Piqué y Puyol, y a la poca confianza que todavía se tiene en Fontás, el equipo se encontraba huérfano de jugadores en esa posición, contando únicamente con Mascherano y Abidal como integrantes de la plantilla que habían disputado encuentros en esa demarcación. Y así, ante la imposibilidad de contar con defensas puros, se rescató este sistema del baúl de los recuerdos de Guardiola, siendo necesario así, la utilización de un único integrante en el eje de la defensa.
Y lo que fue una necesidad, con el paso de los partidos, y cuando los lesionados parecen ya disponibles, la línea de tres sigue presente, y es ya utilizada en la mayoría de los encuentros disputados.  En el Estadi, la apuesta ha salido perfecta, y los números del equipo superan los inicios de temporada de las tres anteriores campañas con Pep de entrenador. El dilema, ha surgido en partidos disputados en campo ajeno, concretamente en Mestalla, que a tenor de como se desarrollaron los primeros cuarenta y cinco minutos pareció una apuesta  demasiado arriesgada. Y así, se sirvió el debate, ante la conveniencia de la utilización o no de un cuarto defensa.
Parece claro creer que en una línea defensiva de tres, las características principales de sus integrantes han de ser la anticipación y velocidad en el corte, y una correcta salida de balón para que éste llegue a la zona donde se gesta el verdadero juego azulgrana. Y ahí, en teoría, Piqué por un lado, falto de velocidad, y Puyol, por el otro, más limitado en la circulación de balón no parecen ser las mejores apuestas. Y es aquí donde Mascherano, reciclado centrocampista, y uno de los mejores mediocentros defensivos de la última década se ha hecho un sitio del que va a ser difícil desbancarle.
Aunque yo no tengo tan claro este axioma, en el que velocidad y precisión son las piezas claves, ya que volviendo a los noventa y centrando la visión en la figura principal del eje defensivo de esa época, nos encontramos con un jugador holandés que destacaba por un gran manejo del esférico, en corto y sobre todo en largo, pero que no se definía precisamente como velocista. Y es que Koeman, recuerda en parte al actual Piqué, siendo este último mucho más rápido que su antecesor. La velocidad de los laterales de entonces, Ferrer por la derecha, y Segi/JuanCarlos por la izquierda compensaban esta carencia del legendario jugador holandés. Ahora son Alves y Abidal los titulares de esas demarcaciones, y en nada tienen que envidiar a los pequeños laterales de antaño. Por tanto, Piqué puede ser un jugador muy válido también en este esquema, garantizando además calidad en el juego aéreo,  poniendo solución así a uno de los males endémicos de este equipo, en el que la corpulencia no es la característica física más buscada.
Sin embargo, no veo a Puyol como un jugador fiable en este dibujo táctico, ya que éste sufre bastante en la conservación del balón, y duda en muchas ocasiones del pase vertical, utilizando en demasía el horizontal hacía los laterales, ralentizando así el juego de los azulgrana, y haciéndolo más previsible y fácil de defender. No quiero decir con esto que el bravo jugador al que tanto debemos no tenga sitio en este equipo, pero creo, que con este sistema su posición idonea es el lateral, donde su velocidad y capacidad de presión aportan contundencia a su parcela.
Por tanto, y viendo la evolución actual del equipo intuyo que en muchos de los partidos jugados en casa, Pep nos ofrecerá esta revisión del recordado Dream Team, dejando su exitosa línea de cuatro, para aquellos partidos de máxima dificultad en las que la solvencia de Piqué y Puyol  garantice más seguridad atrás. Ojala esta nueva versión nos lleven a igualar a ese mítico equipo y la cuarta Liga consecutiva sea recordada como la de la implantación de esta valiente apuesta.
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sábado, 24 de septiembre de 2011

Fiesta en el Camp Nou

Se celebraba hoy en Barcelona la festividad de la Mercè, y el equipo azulgrana como buen anfitrión ha ofrecido una gran fiesta a sus aficionados en forma de partido de fútbol. El invitado estelar, el Atlético de Madrid, se presentaba al festejo con sus mejores galas, y haciendo temer con el comportamiento demostrado en las cuatro primeras jornadas de Liga, que podía aguar, aún más de lo que lo ha hecho la meteorología los festejos.
Se presentaba en el Camp Nou, el Atlético, con todas sus nuevas adquisiciones. Diego, el astro brasileño que triunfó en el Werder Bremen, pero que tuvo un paso desafortunado por la Juventus, parece ser en estos inicios de Liga, el jugador de medio campo que hace tiempo que necesitan los colchoneros.  Adrián, estrella y pichichi del último Europeo sub-21, está llamado a hacer olvidar al uruguayo Forlán, y Falcao, el ariete colombiano, que presentaba una tarjeta de cinco goles en sus últimos dos partidos de Liga, era toda una amenaza por su capacidad de desmarque y juego aéreo. Daba miedo ver las cifras goleadores de este jugador en esta faceta del juego, y más, si observamos las estadísticas contrarias, y vemos el tanto por ciento de tantos que reciben los azulgranas de esta forma.
Y el partido Guardiola, lo iniciaba nuevamente con sorpresa. La alineación blaugrana volvía a presentar el ya habitual 3-4-3 de esta temporada, y la posición de central en la formación defensiva la ocupaba Mascherano, dejando a Fontas, Puyol  y Piqué en el banquillo. Pronto en Can Barça el puesto de central será una especie en extinción, ya que Pep, parece empeñado en no utilizar jugadores específicos en esta posición. Entiendo, que es una táctica de conservación de la pareja Puyol-Piqué, atendiendo a los percances físicos sufridos por éstos en los últimos cuatro meses, y que a medida que avance la temporada, el eje defensivo volverá a su formación más habitual.
Con este planteamiento se posicionaba el Barça en el césped, y con el pitido inicial del árbitro se daba por iniciada la fiesta. Y en los primeros minutos, los madrileños parecía que efectivamente, venías dispuestos a chafar la celebración, y es que en su primera aproximación al área, un disparo al larguero, con Valdés ya superado, hacía entrever que las dificultades del partido de hoy serían superiores a los anteriores choques disputados en el Estadi, que no olvidemos se han salvado con un apabullante global de trece goles a cero.
Pero los escarceos iniciales del Atlético fueron un simple espejismo, y es que llegado el minuto cinco de juego, Xavi agarró la batuta del juego, y a partir de ahí el dominio culé, hizo que los visitantes se convirtieran nuevamente en comparsas , que corrían de lado a lado de su zona defensiva intentando cortar el juego azulgrana y su rápida circulación de balón. Juego, que además incluía una variante. Estamos acostumbrados, y están acostumbrados los equipos rivales al juego corto y de posición y continuos apoyos que identifica al Pep Team. De esta forma platean en su campo líneas cerradas cerca de su meta, intentando tapar las líneas de pases interiores, y así forzar la circulación de balón por fuera, y obligar a centros desde el extremo, facilitándose de esta forma las tareas defensivas de la zaga, debido a la corto envergadura de los delanteros azulgrana.
Debido a esto, creo que ha sorprendido el juego de Xavi, que con pases largos y cambios de orientación milimétricos ha conseguido crear las dudas a los zagueros visitantes. Y así,  después de dos intentos con Messi y Pedro como receptores de los pases, al tercer intento Villa ha cazado dentro del área uno de esos pases y con gran habilidad ha batido al joven portero visitante.
Era el minuto cinco de partido. Y si a continuación digo que en el minuto veinte, el marcador señalaba ya un claro tres a cero, se podrá comprender sin necesidad de grandes explicaciones que la superioridad azulgrana en esos minutos ha sido apabullante. Mención especial merece el tercer gol del diez azulgrana, que fintando por dos veces a sus rivales en su incursión hacía portería ha marcado, para mi, el tanto más espectacular de la noche.
Con ese tanteo se llegaba al descanso, con la sensación de que los visitantes el único deseo que tenían es que se dieran por finalizados los festejos. Y es que la segunda parte ha sido placida, muy placida. Apenas inquietaban los blanquirojos, que no han mostrado ninguna de las armas con las que se presentaban. Por parte azulgrana, el juego se ha hecho más pausado, y nuevamente, se ha vuelto al típico juego de pase, toque y apoyo.
Sólo había un jugador que parecía empeñado en que la celebración no se acabará, y como aquellos juerguistas que abandonan los últimos la pista, intentaba, cada vez que recogía el esférico, realizar una nueva acción que levantará al público de sus asientos. Y tan empeñado estaba, que al final ha cumplido su objetivo. Y dos tantos más han hecho subir al marcador, firmando un nuevo ha-trick en esta temporada, y quedándose así a sólo dos goles del mítico Kubala en la lista de los máximos artilleros de la historia azulgrana. Alguien duda de que esta emporada la hegemonía de Cesar pasará a mejor vida?
Y así, después del quinto gol,  se han apagado las luces, y la pista de baile ha quedado desierta, esperando ya con ansía una nueva cita con este equipo, que día a día, y temporada a temporada, nos deja imágenes y acciones que tardaremos muchos años en olvidar. Qué no pare la fiesta!!!!!

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jueves, 22 de septiembre de 2011

Errores y aciertos.

Parece abonado el Barça en este principio de temporada al resultado de empate a dos, y es que, con el de ayer, es la tercera vez en menos de un mes que se repite este guarismo. Pero a diferencia de los dos encuentros precedentes, en los que los equipos contrarios apenas crearon peligro, a excepción de las jugadas de gol, ayer en Mestalla, el Valencia puso un listón muy alto de exigencia, y suerte tuvieron los blaugrana de retirarse al descanso con un único gol de desventaja.

Y es que la primera parte azulgrana fue un continuo error. Apareció el equipo, nuevamente en escena enseñándonos el ya típico, esta temporada, 3-4-3. Mascherano, Puyol y Abidal eran los integrantes de la zaga, y aunque Alves estaba en el once inicial, éste volvía a la posición de extremo en la que tanto destacó en el último partido en el Estadi contra Osasuna.

Y poco tiempo hizo falta, para ver como el planteamiento de Unai Emery iba a desbordar la apuesta táctica de Guardiola. Volcó su equipo el entrenador che, hacía el lado izquierdo de su ataque, creando continuas superioridades en banda, y buscando de forma constante la espalda de Mascherano, que veía como una y otra vez, Mathieu le ganaba esa posición. El multiusos argentino, intentaba tapar el agujero, pero la falta de ayudas en esa zona, le hacía llegar tarde al marcaje del francés, que llegaba a la línea de fondo con facilidad, sin ninguna oposición a sus centros.

Y así llegaron los dos primeros goles valencianistas. Dos centros desde esa zona, posibilitaron dos remates, uno de Abidal, que en sus esfuerzos por cerrar desde su banda, llegaba de forma justa a la zona central de la defensa,  y así forzado, y en un intento de anticipación, tuvo la mala fortuna de introducir el balón en su portería, cuando ya Valdes estaba presto a interceptarlo. También apareció el bravo defensa francés en la foto del segundo gol local, y es que nuevamente, intentando cortar el enésimo centro desde la banda derecha, no llegó de forma clara a la intercepción y dejo la pelota franca a los pies de Pablo Hernández que fusiló al portero azulgrana con facilidad. Son ya 10 los goles que ha recibido el Barça en los últimos ocho partidos de Liga, luciendo unos guarismos muy superiores a los de anteriores temporadas.

Suerte tuvieron los azulgrana de no encajar más goles de esta forma, ya que en dos nuevas ocasiones se repitió, y si bien en una, el ex del Lyon, llegó con éxito al cruce, en la última,  Soldado, se reencarnó en defensa azulgrana, y con todo a su favor, a un metro de la portería y con el portero culé sobrepasado, envió el balón fuera de forma incomprensible, en una jugada, que seguro que aparece entre las pifias de la jornada europea, en esos vídeos que tanto nos divierten.

Penalty!!
Entre gol y gol valencianista, los blaugrana consiguieron el suyo, en una de las ya, también típicas acciones de Messi, que se está convirtiendo en uno de los mejores pasadores del mundo en esa zona del campo, donde las piernas de los contrarios ocupan todos los espacios, y en la que sólo los privilegiados pueden ver los huecos allí generados. Y así, Pedro, aprovechó un pase en profundidad del argentino para empatar momentáneamente el partido. También en ese espacio el árbitro obvió un claro penalty a Messi, que aquí dejo archivado, para recordásrselo a aquellos que en ciertos momentos de la Liga, saquen la teoría del villarato a pasear.

Fueron los equipos al descanso con la sensación, uno, de haber perdido su oportunidad de dar por casi finiquitado el choque, y otro, sintiendo como vive un boxeador al borde del KO técnico, y como sólo el sonido de una campana le salva de un final de combate anticipado.

Y los azulgrana, se recuperaron en el vestuario. Recuperó Pep el sistema habitual de 4-3-3, bajando a Alves a su posición natural. No entiendo porqué se espero al intermedio para tomar una decisión, que se vio necesaria ya en el primer cuarto de hora del partido. Con ese nuevo esquema, llegaron los aciertos del entrenador culé. Y es que las entradas de Thiago por Keyta, muy espeso y lento en la circulación de balón, y de Villa y Adriano en ataque revitalizaron el juego azulgrana.

La presión en campo contrario, inexistente en la primera parte, volvió a escena, y ahora sí, el Barça era dueño del balón. Y con la mejor arma en su poder, empezó a hacer lo que mejor sabe. Moverlo de lado a lado y buscando las entradas por banda, sobre todo de Adriano, que cada vez que quería desbordaba en velocidad a su par. Y así, sobre el minuto veinte de la reanudación se intuía que el gol del empate podía llegar. Y es que a los valencianistas les pesó el esfuerzo realizado en la primera parte, y ya no se les veía tan prestos en ir a las ayudas del compañero. De esta forma  minuto a minuto, los azulgrana eran mayoría en todas las zonas del campo, y el balón circulaba con mayor rapidez. No toda la deseable, ya que el alto césped de Mestalla, en una táctica ya utilizada la temporada pasada, dificultaba el raseó del cuero, y pases que en otras ocasiones llegan, esta vez se quedaban sólo en el intento.

Y  el gol llegó por obra de Cesc, su cuarto consecutivo en Liga, su cuarto gol por asistencia de Messi, convirtiéndose en el primer centrocampista azulgrana que logra este hito, y poniéndose a un solo gol de los mejores debuts de la historia azulgrana, protagonizados por Cesar e Ibrahimovic. Quedaba un cuarto de hora para la finalización del partido, un cuarto de hora en el que se intuía que el tercer gol visitante podía llegar. Y fue en ese cuarto de hora final cuando los errores volvieron a aparecer, y esta vez en ataque, y es que Villa, en la enésima asistencia del diez azulgrana, volvió a estrellar el balón en el portero en un uno contra uno, en una ocasión que hubiera finiquitado el choque a favor de los catalanes. Y fallos en una posterior internada de Adriano, que nadie acertó a rematar.

De esta forma, llegamos al descuento, tiempo por cierto inexistente, ya que entre la expulsión de Jordi Alba, que tardó más de un minuto en abandonar el campo, y la decisión del árbitro de finalizar el choque antes de que ese tiempo llegará a su fin, de los cuatro minutos anunciados se jugo uno si cabe. Y es que se está convirtiendo en costumbre obviar este tiempo añadido, en una decisión que no acierto a comprender.

Y ahora, nos visita el Atlético de Madrid, con su nueva y amenazante arma. Falcao, que en poco más de tres partidos ha corroborado todo lo bueno que de él se intuía. Veremos que prepara Pep para parar al tanque colombiano. Puede ser el del fin de semana, otro de esos encuentros fascinantes entre estos dos equipos, que cada vez que se encuentran, nos brindan espectáculos goleadores por todo lo alto.

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martes, 20 de septiembre de 2011

Grietas

Tras la disputa de la tercera jornada de Liga, a la que se llegaba poniendo en tela de juicio el juego azulgrana, en la que se destacaba la primacía del Real Madrid sobre los azulgrana anunciando que por primera vez desde la temporada 2008 no superaba a su rival en dos puntos en la clasificación, en la que se presumía del gran poder goleador de los blancos,  que con diez goles en dos jornadas también lideraban ese ranking, y en la que se apostaba por un Madrid líder desde la jornada inicial marcando el ritmo al resto de rivales que le desearán disputar ese liderazgo,  sólo han hecho falta, noventa minutos, o mejor dicho, ciento ochenta, para que aquello que llenó páginas de diarios, tertulias, foros y comentarios, tenga que ser arrojado a la papelera por falta de rigor y análisis.

Yo, por lo tanto, no voy a caer en el mismo error, y pasar ahora a loar las hazañas blaugranas por su gran partido ante los navarros, ni a demonizar a los merengues por su derrota ante el Levante. Un mal partido, y un mal día, lo tiene cualquier equipo, y en un deporte con tan alto grado de profesionalización, cualquier jugador que disputa la Liga BBVA dispone de la calidad necesaria para, en un día de buen juego, poder poner en jaque a otros teóricamente superiores.

No, el objetivo es analizar las grietas que esta semana se están observando en el hasta ahora  impenetrable bunker que Mourinho ha construido en el Bernabeu. Hemos asistido desde Barcelona, a partir del momente en que el luso fichó por el equipo blanco, a un continuo ataque de éste hacia la entidad catalana desde los más diversos frentes. Podemos recordar, aquí, y en otros artículos de este blog, como las quejas del entrenador portugués se han dirigido contra todos y contra todo. Un día el calendario, otro los árbitros, al siguiente Villar, dos días más tarde Platini y la UEFA, y hasta UNICEF salieron mal parados en las ruedas de prensa del portugués a medida que la temporada avanzaba y el Barcelona conseguía la mayoría de sus objetivos. Todo ellos además apoyado por una velada acusación de dopaje que ponía en entredicho el alto rendimiento de los jugadores catalanes, y que aún a día de hoy se guarda silencio desde la entidad blanca, ante las noticias vertidas por la cadena COPE.

Pues bien, iniciada la actual temporada, han faltado sólo cuatro o cinco partidos, para darnos cuenta que la tónica iba a ser la misma que el año anterior, agravada aun más si cabe por la ausencia del depuesto director general Jorge Valdano, el cual, apartándose a menudo de las belicosas declaraciones de su subordinado, daba un tono de pausa y coherencia al mensaje institucional del club de la Castellana.

Pero algo está cambiado, y no todo sigue los mismos patrones que hasta ahora. Y es que a esta estrategia de Mourinho, la cual utiliza allí donde va, se unieron todas las fuerzas vivas del madridismo, y así, directiva, jugadores, prensa, y medios afines a la entidad se alinearon sin dudas, y apoyaron con todas sus fuerzas las teorías de la conspiración aireadas desde el clan portugués.

Repasando los titulares y corrientes de opinión de esta semana es curioso observar un denominador común. Y es que las críticas por primera vez en mucho tiempo apuntan al técnico y al juego del equipo, y si bien es cierto, que se hace eco de un penalty clarísimo escamoteado en el área local, y se apunta que la expulsión de Kedhira fue determinante para el posterior desarrollo del juego, no lo es más, el gran desencanto que este resultado ha producido. Adjetivos como “Desquiciado”, “Impotente”, “Cuestionado”, “Desbordado”, y apelativos del tipo “Desastre”, “Vergüenza” y “Siniestro Total”, han llenado los periódicos que siguen el día a día del club blanco. Especialmente duro es el artículo de opinión de Alfonso Ussia en su columna del diario “La Razón”, que pone en duda la imagen dada por el equipo en este último partido, y carga contra jugadores y técnicos de forma despiadada.

Parece que la actuación del equipo en este último partido ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia.. Y ya no en tanto a lo que al juego se refiere, sinó a esa imagen que proyecta el club allá  por donde va, y que le está generando enemistades en muchos campos, en los que no hace mucho era recibido de forma multitudinaria. Y es que creo, y espero no ofender a nadie por esto, que al Madrid le pierden las formas. A nadie le agrada estar siempre en el centro de la polémica, mucha gente odia el continuo enfrentamiento, las trifulcas , y la confrontación directa más allá de lo deportivo. La nueva tangana protagonizada por el equipo, ha encrespado los ánimos, de todos aquellos que observaban desde la distancia el devenir del equipo, y que aguantaban y callaban, esperando que los resultados fueran al menos, positivos. Una vez se ha constatado la pérdida de la Supercopa de España, y se ha producido la primera derrota liguera, que vuelve a dejar a los blancos detrás de los azulgrana en la clasificación, algunas de esas voces no han aguantado más y se han dejado oír.

Y la mayoría de las críticas van encaminadas al clan brasileño-portugués, que parece haberse hecho el amo de la institución, y que marca una manera de actuar de la que nadie se puede apartar. La suplencia de Casillas en el pasado torneo Santiago Bernabeu por unas supuestas llamadas a Xavi y Puyol con en objetivo de atemperar los ánimos por los calientes partidos de referida Supercopa es ejemplo de ello.

Cada encuentro de los merengues se salda con un acontecimiento extradeportivo que deja el partido en sí en segundo plano. Un dedo en el ojo, unas declaraciones de Ronaldo, el enésimo cruce de cables de Pepe, un tangana en el Camp Nou, otra en el Ciudad de Valencia, unas frases de Mourinho hablando de permanencia, son hechos acaecidos en apenas un mes de competición y que auguran un año con un nivel de confrontación verbal y físico superior al anterior.

Y parece, que al fin, desde Madrid se están dando cuenta que el camino no es el correcto, y que hay que ejercer algún tipo de acción correctora, que devuelva al equipo al camino que nunca debió salir. Los resultados propios, y los de su máximo rival marcarán la tendencia a seguir.

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    domingo, 18 de septiembre de 2011

    No estábamos tan mal.

    Sirve la frase que el anterior presidente blaugrana, Joan Laporta, utilizó en un Congreso peñístico, en la temporada del declive del equipo comandado por el otrora astro brasileño Ronaldinho, para expresar mi reivindicación ante las críticas y dudas que el juego del equipo ha despertado en la semana de los empates.

    Y es que sigo creyendo, que todo lo que ha rodeado esta semana ha sido excesivo, muy excesivo. Las portadas, las opiniones, las discusiones y comentarios en los foros, reflejaban una gran desconfianza en el juego de un equipo, que si algo ha demostrado en estos tres últimos años de supremacía, tanto en la Liga doméstica como en la europea, es una capacidad de superación y sacrificio muy lejos de la época en la que tan famosa frase fue pronunciada, y en la que el término “autocomplaciencia”, se erigió en el slogan de un conjunto, que acabo mucho antes de lo debido, un ciclo que se auguraba mucho más longevo.

    Y creo que ese es el principal miedo, que ahora atenaza a aficionados y expertos. Qué lo que se vislumbra como una oportunidad histórica, que permita recordar a este equipo como el mejor de todos los tiempos, se trunque por factores que nada tienen que ver con lo futbolístico. Y así, ante cualquier resultado contraproducente, ante cualquier situación anómala, ante cualquier dificultad en el camino, nos acordamos de épocas pasadas, y tememos que el sueño que estamos viviendo finalice.

    Por otro lado, en esta semana también se han recibido ataques desaforados, por parte de esa otra prensa, que ha visto el filón que supone hacerse famoso con el arte de verter opiniones en las que el análisis brilla por su ausencia, y lo único que buscan es su cuota de pantalla, en busca del titular o frase del momento, que sirve al “periodista”, como trampolín para ser reconocido en ciertos medios.

    Así llegaba el Barça al partido contra Osasuna en el Camp Nou, en la tercera jornada de Liga. Y en este ambiente de dudas y ataques foráneos, el equipo salió al campo con una idea principal en su cabeza; callar bocas. Sólo empezar, y observando la alineación, que nuevamente con la inclusión de Alves como extremo nos deparaba una sorpresa en su configuración, se pudo constatar que los azulgrana iban a salir a por el partido desde un inicio. Y es que nuevamente el esquema dibujaba a priori el ya famoso 3-4-3.

    Sólo ponerse la pelota en movimiento, ya se pudo ver que la táctica de los de Mendilibar, no iba a ser quedarse encerrados en su área, con la típica defensa de nueve, que configura dos líneas delante del área propia intentando tapar los espacios y las líneas de pase del equipo culé. Osasuna planteó una estrategia de presión, intentando ir en busca de la pelota, cuando ésta estaba en posesión de los defensas azulgranas, en teoría los menos virtuosos en el manejo del balón. Pero el resultado no pudo ser peor, ya que los guarismos de este primer tiempo rozaron el escándalo, no ya en número de goles, sino en lo que se refiere a posesión del balón. Cuando los jugadores se retiraron al vestuario, el marcador reflejaba un contundente cinco a cero, y las estadísticas decían que en esos primeros cuarenta y cinco minutos, el esférico había estado en posesión blaugrana, el ochenta y siete por ciento del tiempo. Todo un record.

    Y es que tuvo mala suerte Osasuna en el día que le tocó visitar el Estadi. Si ya de por si el equipo azulgrana suele apabullar a sus rivales en cada una de las visitas que recibe, también es cierto, que llega un momento, en que el equipo se relaja, y una vez finiquitado el choque, pone la llave de cierre al mismo, y se limita a realizar largas circulaciones de balón esperando el pitido final, y guardando fuerzas para futuros compromisos.

    Ayer no. Ayer estaba seguro que la puesta en escena de la segunda parte nos ofrecería un Barça en busca del gol, y que éste demostraría a todo aquel que estuviera delante de la pantalla para analizarlo, que este equipo sigue hambriento y con ganas de alzarse con todos los títulos en disputa. Y así, nuevamente, se repitieron los registros de posesión de la primera parte, y si bien es cierto que el caudal goleador no fue el mismo, el equipo se retiró nuevamente a los vestuarios con ocho goles en su haber, con Messi como provisional pichichi del Campeonato, y escenificando un golpe de autoridad, que pone en tela de juicio muchas de las opiniones vertidas esta semana.

    Y es que el partido, amén de los goles, tuvo gran cantidad de acciones espectaculares. Tal como dijo posteriormente en rueda de prensa Guardiola, el objetivo era hacer disfrutar. Y se consiguió. Vimos al mejor Busquets en su posición habitual. Vimos a Xavi dirigir con maestría el juego, e incluso tuvo tiempo de emular al mejor Romario con la consecución de un gol de vaselina. Vimos reaparecer a Puyol en el eje de la defensa, y dar así un nuevo paso en su recuperación. Vimos a Mascherano de lateral, ofreciendo las mismas garantías que en cualquier zona del campo. Vimos a Alves de extremo destrozar la defensa navarra con continuas incursiones. Y vimos una compenetración total entre Messi y Cesc, que auguran grandes tardes de fútbol. Es tal la variedad del juego de estos dos jugadores, que hay momentos en los que no se sabe si catalogarlos como centrocampistas goleadores, o como goleadores asistentes. Y es que ayer, ambos, dieron un curso de movilidad, pase y definición, y mostraron un amplio repertorio de asistencias, apoyos, y goles, fabricando entre ellos el cincuenta por ciento de la total producción azulgrana.

    Fue un choque impactante el de ayer. Entrevistado el técnico navarro reconoció su impotencia para poder plantear un partido a los azulgrana. Y se le notaba cierta resignación por haber tenido que afrontar un encuentro en unas circunstancias, que de haber sido diferentes, y con un ambiente más relajado no hubieran sido las que fueron. Incluso el técnico del Sevilla, entrevistado después de su victoria contra la Real Sociedad, y preguntado sobre su parecer ante tamaño resultado, recriminó con sorna a la prensa por este tipo de campañas, aduciendo que los principales causantes del resultado habían sido precisamente ellos, por airear y poner en duda la calidad y compromiso de los jugadores catalanes.

    Espero que ahora, las aguas vuelvan a su cauce, y el equipo pueda trabajar con normalidad. Esta semana vuelve la Liga entre semana, y espera el Valencia en Mestalla. Para mi este choque es clave en esta primera fase del campeonato, en la que el Barcelona debe enfrentarse a muchos equipos de la zona alta de la tabla. Creo que superar estas diez primeras jornadas sin dejarse muchos puntos en el camino es el primer paso para poner el equipo en la rampa de lanzamiento hacia las metas que este año se esperan conseguir.

    Si quieres leer algún artículo más, te dejó aquí algunos de los más recientes:

    viernes, 16 de septiembre de 2011

    Dudas y quejas.

    Ha finalizado la primera jornada de la nueva edición de la Champions, que tiene que proclamar campeón en Munich, allá por el lejano mes de Mayo. Y hago esta referencia, porqué a tenor de lo escuchado en uno y otro bando, parece que de una disputa de una semifinal se tratará, a tenor de la gran trascendencia que se le ha dado a estos partidos.

    Por un lado, en el área culé parece que han saltado las luces de alarma entre los seguidores y prensa especializada. Y todo, por no haber conseguido finalizar con victoria en nuestro último partido ante el Milán, en un agónico empate en el minuto 92, en la ya repetitiva jugada de estrategia en contra. Este empate, sumado al reciente de Anoeta, ha desencadenado un aluvión de críticas, para mi difíciles de entender. Ayer observé sorprendido, como una encuesta del diario deportivo Sport, en la que se preguntaba a la afición, si se sentía preocupada por este doble empate, se podía observar a media tarde que más del 40% de los participantes contestaban afirmativamente a la pregunta. Por otro lado, en una vuelta por los diferentes foros de opinión, y comentarios varios en las variadas noticias que hacían referencia al partido del pasado martes, se podían leer textos del tipo… vergonzoso!!!, calamidad!!!!, patético!!!, y demás sinónimos para catalogar el partido de los azulgrana.

    Y ya no hablemos de las diferentes tertulias, en las que ya el consabido “fin de ciclo”, aparece por tercer año consecutivo, y que a semejanza de los adivinos o ilusionistas de la mente, se espera acertar con el vaticinio, y así, si por una de esas se cumple, que algún año se cumplirá, aparecer en pantalla como el visionario que anunció ese final antes que ningún otro, y cual “màgic Andreu”, colgarse la medalla de tan acertada visión.

    Y no lo entiendo. Tenemos un equipo que todavía se mantiene invicto este inicio de curso futbolístico (un empate no es una derrota), un equipo que ha sumado dos títulos más a la impresionante racha de títulos de este ciclo que hace dos años que finaliza, un equipo que se ha reforzado con dos jugadores de talla mundial y que eleva su potencial a límites estratosféricos. Y es que si esa carta de presentación genera dudas, no sé que puede desencadenar una derrota, o la pérdida de un título mayor. Parece que el desánimo y pesimismo de otras épocas esté instalado de forma perenne en el aficionado blaugrana, y al menor traspié encuentra los resquicios por los que salir a la luz.

    Me hizo gracia ayer la viñeta humorística del otro diario deportivo de la ciudad, El Mundo Deportivo, que dibujaba a un anciano, hablando para sí, y enunciaba..”Pues yo todavía me acuerdo de cuando empatar con el Milán se consideraba un buen resultado”. Y es que creo que ese ha de ser el sentir general. Ahora somos más grandes, más potentes, más fuertes, y sólo con el optimismo y la confianza se consiguen los grandes logros. Esto acaba de empezar, y como bien dice un dicho castellano..”el mundo no se formó en un solo día”. Así que, empecemos a caminar, miremos hacia delante, y seguro que dentro de un mes, estos resultados habrán pasado al terreno de la anécdota.

    Cambiando de bando, y en el lado madridista, también me han sorprendido las reacciones posteriores al choque disputado en Zagreb. Y es que repasando también los medios de la capital, pocas referencias de análisis al partido en si encontré. La mayoría de las noticias se basaban en la actuación del árbitro, en la patada recibida por Cristiano Ronaldo, y en sus posteriores y ya famosas declaraciones en la zona mixta al salir del vestuario. “Soy guapo, rico y buen jugador… Y por eso me tienen envidia”.

    Escribía ayer el máximo adalid del madridismo en su blog, Tomas Roncero, un artículo titulado. “La UEFA no nos quiere en Munich”. En Munich!!!!.. Pero si quedan 10 meses para esa fecha!!!. Alguien puede ya pensar que los mandatarios de la UEFA están ya poniendo los medios para que el Madrid pierda en un partido intrascendente de la primera jornada de la fase de liguilla?. El portavoz de Mourinho, que le ha cogido gusto a salir en los medios, afirmaba que el árbitro del partido podía considerarse un Obrevo 2, acordándose ya del árbitro del ya histórico Chelsea-Barça de hace dos años, y que parece instalado en el disco duro de la memoria de algunos, y al que se hace referencia de forma continua. Se hablaba de persecución, de errores y aparecían continuas referencias y quejas a la labor arbitral.

    Pues tampoco lo entiendo. No entiendo la queja por que sí, no entiendo la queja al mínimo problema, no entiendo la queja sustentada en la continua comparación con el resto. La entrada a Ronaldo, que es la base de todos los argumentos fue dura, muy dura, y por tanto merecedora de roja directa. Y el árbitro no la vio, o no la quiso ver. Ocurrió lo mismo el pasado sábado en el Bernabeu, cuando se pitó un penalty a favor del Madrid, y posteriormente las imágenes demostraron que era fuera del área. Está bien que CR7 en el campo se enfade, que se haga ver al colegiado como le han dejado el tobillo, para que éste constate su error, y hasta está bien, que una vez visto el daño real en el vestuario, salga a la zona mixta furioso, y deje ir allí en caliente, su opinión sobre el partido. Pero el resto me parece excesivo. Creo que se ha instalado el Madrid en esta cultura de la queja, y cualquier acción dudosa en un partido la convierte en trascendente. Y no sé yo si esa táctica, por repetitiva, tendrá los resultados esperados, o si por el contrario, se le puede volver en contra. Y es que el colectivo arbitral, y las instituciones que lo dirigen, son estamentos muy rígidos y poco dados al debate.

    Y es que desde Barcelona, desde pequeñito se nos enseñó que el Madrid siempre ganaba por los árbitros, siempre era favorecido. Y a veces esa excusa servía para tapar algunas miserias del equipo, y así obviar y difuminar otros argumentos, que igual explicaban los porqués de algunas temporadas en los que los azulgrana desertaban de la Liga en el mes de diciembre. A mi me gusta más ahora, que después de un partido como el del sábado, después de encajar el consabido gol de “corner”, todos nos lamentábamos de la mala calidad defensiva de nuestra defensa en ese tipo de jugadas, en cambio, de rebobinar el video y constatar que el susodicho saque de esquina no lo fue ni por asomo. O acaso pito la UEFA ese corner?

    Y centrándonos en los análisis de los partidos, os dejo aquí los enlaces que os llevarán a mi visión de los debuts respectivos de Barça y Madrid en la máxima competición:

    jueves, 15 de septiembre de 2011

    El Madrid debuta con victoria

    Arrancaba ayer el Real Madrid en la competición en la que cada año pone sus máximas ilusiones y ambición. Está competición está presente en cada minuto de cada una de las temporadas que disputan los merengues. Florentino Pérez al final de la temporada pasada reconoció que era su máximo objetivo y que “no pararía hasta conseguir la Décima”. Y es que ya son nueve los años en los que el Real Madrid no ha podido conseguir este trofeo, y se espera que por fin sea éste el que lleve a sus vitrinas la tan preciada “décima”, estrenando así, los dos dígitos en el palmarés de esta Competición, y convirtiéndose en el primer equipo que lo logra, y continuar, de esta forma, haciendo historia, y engrandeciendo su palmarés.

    El rival, el Dinamo de Zagreb, equipo en el que se formó uno de los grandes jugadores de la historia reciente del madridismo: Suker. No se presentía un partido fácil, aunque sí que se intuía una victoria merengue en su debut. Y no sé si fue la ansiedad por demostrar al mundo que el equipo este año se ha marcado en rojo (bonita la nueva equipación) la fecha de la final, o los nervios por la obligatoriedad de sellar un buen resultado que no comprometa futuros choques, pero lo cierto, es que la salida de los merengues al campo no fue como se esperaba. Costó mucho entrar en juego, Costaba encontrar líneas de pase con las que hacer circular el balón hacía la portería defendida por el poco ortodoxo portero croata. Fue la primera parte algo insulsa, con un par de oportunidades para los visitantes, un larguero y una doble parada del guardameta local, y otra muy clara para los locales, en las que Casillas lució su mejor virtud: el uno contra uno.

    Fue curiosa la reacción de los locales al final de este primer período. Y es que cuando el árbitro dictaminó su fin, se abrazaron como si el partido ya hubiera finalizado, y celebraban haber llegado al descanso con empate en el marcador y su portería todavía virgen.

    Y la reanudación dio mucha más juego. Y no ya por el que se desplegó, que seguía siendo algo pobre, sino por las múltiples circunstancias que se dieron. Los croatas salieron con el convencimiento, de que si no le perdían la cara al partido, podrían conseguir un resultado positivo. Y pusieron tanto énfasis en algunas facetas del juego, que la agresividad, dio paso a la dureza.  El tobillo de CR7 puede dar constancia de ello, y guardará recuerdo de este partido por una buena temporada.

    Pero el gol del Madrid tenía que llegar. No lograban los croatas tener el balón, y este aún sin ser muy fluido iba de rojo en rojo, moviéndose muy cerca del área rival. Y así en una bonita combinación horizontal al borde del área, y tal como mandan los cánones del juego, una jugada que empezó en la izquierda del ataque merengue, en dos rápidos toques, llegó a Di María, que desde la derecha del área, soltó un disparo que se coló sin remisión por la escuadra de la portería local, ante la mirada del portero, que lo único que pudo hacer fue certificar lo bonito del gol.

    Parecía que todo estaba hecho, y que el segundo gol no tardaría en llegar. Y es que en los minutos posteriores a ese primer gol, los croatas quedaron tocados, y durante un período de diez minutos deambulaban por el campo sin saber muy bien que hacer. Así estaba el choque, esperando todos, locales y visitantes la llegada del segundo gol, cuando Marcelo, decidió que había que animar el resto del partido. Y es que en dos acciones del todo incomprensibles se llevó dos tarjetas amarillas que le enviaron de forma precipitada al vestuario. Y digo incompresibles, porqué en la primera, realiza una falta del todo desproporcionada a la altura del medio campo, y casi en la línea de cal. No hacia falta esa contundencia en esa zona del campo. Y la segunda, aunque él asegura que fue objeto de penalty, desde las diferentes tomas de televisión, no se aprecia contacto. Además, llevando ya una tarjeta, lo más sensato e inteligente hubiera sido continuar la carrera, y no forzar así la situación.

    Y así con diez, debía afrontar el Real Madrid los últimos veinte minutos del choque. No es que sufriera mucho el equipo, pero si que se observó un cambio de tendencia, y una mayor cercanía de los locales al área de un inédito Casillas. Y así, corner a corner, se parecía temer por una acción parecida a la que el martes pasado condenó a su gran rival azulgrana.  Pero ni los croatas son italianos, ni los centrales blancos son los improvisados centrales cules. Y así entre saques de esquina y arrancadas de Ronaldo se llegó al final del partido. Partido que deja ya líder de su grupo a los blancos, al finalizar en empate la confrontación de sus próximos rivales, Ajax y Lyon.

    No se puede tildar de brillante el partido de ayer. Cómo se suele decir en estos casos, lo mejor fue el resultado. Y es que no acaba de arrancar del todo el juego de los blancos.  Y es que a excepción de Xabi Alonso y Ozil, el resto de jugadores son de características muy dispares. Di María basa su juego en la conducción y el regate, y Coentrao parece desubicado en esa zona, y aporta esfuerzo y sacrificio pero poca cosa mas ofrece. El contrapunto está en su línea atacante, que impone respeto cuando le llega el balón. Y es que un equipo que puede alinear juntos a CR7, Benzemà e Higuaín, asegura un gran número de goles por temporada. Y mientras CR7, sea capaz de solventar esos problemas de circulación de balón con arrancadas desde su propio campo, que le plantan directamente al borde de área rival, el problema de la llegada del balón a esa zona tiene solución. Veremos que sucede los días en los que esto no sea así.

    Por último destacar, que viendo la composición de los onces de este inicio de temporada, parece claro en quien ha depositado su confianza Mourinho, y mucho me temo, que al igual que en la pasada temporada, el resto de jugadores, deberá esperar a que el desgaste pase factura a los ahora habituales para tener su cuota de minutos.

    Y ya para acabar, la última noticia y novedad del partido se produjo en la zona de prensa, donde CR7 dolido por la entrada que dejo su tobillo maltrecho se despachó a gusto. No entraré a valorar las declaraciones, pero usaré una frase que mi madre utiliza a menudo en estos casos…., y es que “este chico no tiene abuela”…..

    Si quieres leer el análisis del partido de los azulgranas, aquí te dejo su enlace. Espero que os guste.

    martes, 13 de septiembre de 2011

    Fútbol es Fútbol.

    Creo que este apunte recordando a Boskov, y a su ya famosa frase, a la cual solía acudir cuando un partido acaba con un resultado inesperado, sirve para definir el partido que de la primera jornada de la Champions League disputado en el Camp Nou, y que ante la sorpresa de la afición culé, ha finalizado con empate a dos goles.

    Y es que si un simple observador, que no haya visto los noventa y tres minutos de juego, se para a analizar las estadísticas, encontraría surrealista el resultado final. Un encuentro en el que un equipo alcanza casi el ochenta por ciento de posesión, la mayoría de la cual se ha producido en el campo de su rival; supera los diez disparos a portería, en los que más de media docena suponen una clara ocasión de gol, y en el que su portero tiene únicamente dos intervenciones, precisamente para recoger el balón del fondo de su portería, no puede más que catalogarse como sorprendente.

    Parece que en este principio de temporada, la llamada “suerte del campeón” haya abandonado a los azulgrana. Si ya fue un resultado inesperado el del último partido de Liga en San Sebastíán, en el que los blaugrana encajaron dos goles en menos tiempo del que cuesta explicarlo, es difícil catalogar lo que hoy se ha visto en el césped del Camp Nou. Unido a este pequeño bache de resultados, además, hay que incluir las lesiones de Iniesta, en el partido de hoy, que sumada a la de Aléxis el pasado sábado, hacen entrever que un mal del que parecía inmune el Barça ha encontrado su sitio en el vestuario.

    Pero no sólo a la mala suerte se puede hacer referencia a la hora de afrontar el análisis del partido. Creo que estos noventa minutos han mostrado claramente todas las virtudes y carencias de este equipo.

    Por un lado, y empezando por el lado positivo, que pesa mucho más que su opuesto negativo, el equipo ha vuelto a dar una imagen soberbia en ataque. Toque, desmarque, precisión, apoyos, presión, desborde, han sido una constante en el noventa por ciento de los minutos disputados. Es casi mágico observar como el balón circula por el campo entre jugadores contrarios con una precisión milimétrica, difícil de entender para aquellos que no han tenido que pelearse con un balón en sus pies. Parecían los jugadores del Milán simples conos a los que había que esquivar en el camino hacia la portería contraria. Hubo momentos en los que el juego se asemejaba a un partido de balonmano, de forma que, el balón circulaba de banda a banda de la defensa italiana en busca del hueco por el que penetrar en el área.

    Pero, parece que no son suficientes todas esas virtudes para imponerse a un equipo de nacionalidad italiana. Y es que ya es sabido la gran capacidad de competir que tienen estas “esquadras”, que saben mantenerse vivos en el partido hasta sus últimos instantes, buscando en ellos un último zarpazo que haga imposible la reacción de su rival. Se podrían contar y no acabar partidos como el que hoy se ha visto en el estadio azulgrana saldados a favor de un equipo que proviene del Calcio .

    Y es entonces, cuando salen a relucir algunos de los aspectos negativos del juego azulgrana. El primero, y para mi más preocupante, es la ubicación de Busquets en el centro de la defensa. A los viente y cinco segundos del inicio del choque, Pato, se ha encargado de mostrar al mundo, como con un simple desplazamiento en largo, ganaba la espalda a la totalidad de la defensa azulgrana, y adelantaba a los milanistas en el marcador. Han sido los primeros diez minutos del partido una demostración de lo que no debe ser un central. Marcaje largo, con la cuerda, como se dice habitualmente en los mentideros futbolísticos. Marcaje blando, dejando girar a un contrario mucho más rápido que tú. Y falta de posición en casi las jugadas de ataque italianas. Estos tres condicionantes han propiciado que el delantero brasileño dispusiera de tres casi claras ocasiones de gol, que no han sido tales por la aportación de Alves desde el lateral, que cerrando perfectamente su posición ha llegado allí donde no lo podía hacer su compañero.

    El segundo, y no por ello desconocido, son las carencias del equipo a balón parado, y concretamente en lo que se refiere a la defensa de un saque de esquina. Son múltiples los goles, y jugadas de peligro, que reciben los azulgrana en este tipo de jugadas. Y es que así, ha llegado el postrero gol del empate de los visitantes. Un “corner”, lanzado en el minuto noventa y dos, ha permitido a T. Silva, rematar de forma franca un medido centro de Seedorf, el cual, llevaba más de treinta minutos arrastrándose por el campo, y deambulando por la zona central sin aire que llevarse a los pulmones.

    Y es ahí donde ha radicado el tercer pecado azulgrana. Después de remontar, con goles de Pedro y Villa, y con un Milán buscando la manera de no salir goleado del Camp Nou, parecía que únicamente Messi deseaba perforar la portería defendida por Abiatti. El partido se ha convertido, en una bonita circulación del balón de este a oeste y de norte a sur, que únicamente el argentino rompía, con sus ya habituales slaloms hacía portería. Pero esta vez, la defensa transalpina, ha sabido controlar al astro argentino, adivinando en cada acción que éste se la iba a jugar de forma individual, y ofreciendo continuas ayudas ha desbaratado todos sus intentos de incursión. Y es este un defecto, que a mi modo de ver, comenten los blaugrana en muchos de sus partidos. Unas veces se da con el marcador ya cerrado como ante el Villarreal en la primera jornada de Liga, pero otras, como el pasado sábado y en este partido, creo que se debería arriesgar para matar un partido. Un tercer gol hubiera “matado” a los italianos, que visto el desgaste físico sufrido tras perseguir sombras durante más de una hora, hubieran sido incapaces de reaccionar.

    Pero yo, después de estos partidos, soy optimista, Y es que aunque si es cierto que hemos recibido dos goles en sendos partidos, y que el resultado no ha sido el esperado, creo que con el juego que se desarrolla en la parte positiva del choque, tenemos armas suficientes para desarbolar a cualquier contrario. Y es que un equipo que juega de la forma que este lo hace puede tener algún tropiezo, pero lo normal es que las victorias holgadas no tarden en llegar. Espero que el pesimismo no se instale en nuestra afición después de dos malos resultados, aunque ya se sabe, que los culés somos expertos en el arte de la “autoflagelación”.

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