Ayer se presentó en primicia el nuevo anuncio de uno de los principales patrocinadores del equipo azulgrana, que hace del buen gusto y la originalidad la bandera de cada una de sus mini-producciones.
En esta nueva entrega, se hace hincapié en el carácter único del club, y de cómo éste se ha convertido en una pieza única e inimitable en el concierto futbolístico mundial. Y todo ello girando alrededor de tres vértices de un perfecto triángulo equilátero sobre el que se apoyan las bases de su concepción: afición, cantera y equipo.
En el primero de los vértices, en una de las bases, como uno de los pilares en los que se sustenta todo se encuentra la afición. Una afición dotada de una idiosincrasia especial, que hace del barcelonismo su bandera y una forma de vida. Una afición que vive los partidos de su equipo como una de las partes más importantes de la semana, y que aupa a los altares o destierra a los infiernos, sin encontrar el término medio, cualquier acontecimiento. Una afición, a la que años de triste historia, cada mal resultado le hace revivir épocas pasadas no tan gloriosas, y temerosa, no vive tranquila, esperando que las luces actuales no se apaguen y los tiempos oscuros vuelvan a invadir el Camp Nou. Pero una afición entusiasta, plural, orgullosa de ser quien es, en la que todos caben, y que espera ilusionada que cada fin de semana el Barça, su Barça, le regale una nueva exhibición de juego.
En la parte opuesta de la base, y en el vértice contrario, se apoya la cantera. Una cantera que también ayer firmó con la Generalitat un acuerdo que permite potenciar la cultura entre los jóvenes de La Masía. A veces olvidamos los jugadores, sólo enfrascados en la búsqueda del éxito y las luces, que la cultura ha de ser el eje principal sobre el que hacer girar nuestros actos. Cultura y educación van unidos a la par y nos desarrollan como individuos. Un futbolista no puede estar ajeno a estos dos pilares de sustentación del desarrollo humano. Un futbolista en formación no debe olvidar que su consagración como estrella puede no llegar nunca, y que sólo el no haber descuidado su formación le llevará al éxito en otros ámbitos profesionales. Un futbolista en formación, no debe olvidar, que en el caso de triunfar, será es espejo en el que, como él ahora, se miren el resto de sus fans, y que su imagen será el reflejo de la formación referida.
La cantera, es la transmisión de valores y la formación de las personas que se acercan al deporte. Más adelante serán los encargados de transmitir sus vivencias y experiencias a otros como entrenadores, se convertirán en aficionados, o usaran lo que han aprendido en su vida privada y profesional . Es la cantera la base sobre la que ha ido creciendo el equipo que ahora deslumbra. Poco a poco, desde que hace treinta años Josep Lluís Núñez abrió la puerta de la primera Masia la idea del fútbol formativo ha ido calando en la institución hasta forma el equipo que ahora le representa..
Y por último, en el último de los vértices, en lo alto, en aquel en el que tanto afición y canteranos ponen sus ojos, está el equipo. Equipo que ha ido creciendo desde los años noventa con una misma filosofía. El toque y la posesión del balón. Una forma de juego que identifica a cualquier once azulgrana de estas dos últimas décadas. Una concepción futbolística que basa en el pase y el movimiento continúo la principal virtud de los jugadores. Una distribución táctica, que prescindiendo de esquemas fijos en el terreno de juego, busca la asociación continua de sus integrantes.
Y así, con un esquema de juego atrayente, en el cual la afición se ve representada, y que sirve como base para la formación de los jóvenes valores, el club se ha consolidado con una imagen única que sirve de espejo al que todos miran intentando copiar aquello que le hace único, pero, hasta el momento todavía nadie ha encontrado la forma de hacer suya su principal virtud: el toque inimitable.
Compartir
Tweet
Segui @jcarrasquet
Si te ha interesado este artículo, quizas quieras leer estos:
1 comentarios:
Hola José Carlos, espero ver el anuncio pronto. Si te soy sincero, a veces disfruto más con los jugadores del Barcelona B que con los titulares. Me encanta ver esos canteranos evolucionando, cometiendo cada vez menos errores, creciendo como jugadores y como personas. Y luego, pues es una gran alegría ver debutar a estos chicos en el primer equipo, y que se les pague de alguna forma el gran esfuerzo que han hecho durante tantos años... Tengo unas ganas locas de ver a Bartra regularmente en el Camp Nou, al igual que a Rafinha, a Sergi Roberto, a Montoya... y tantos otros que llegarán.
Un saludo!
Publicar un comentario
Me interesa tú opinión. Entre todos, con debates de interés, podemos hacer este sitio más atractivo. Gracias por la lectura del artículo